Community Manager BBVA
Community Manager BBVA
Estudié Derecho porque en mi casa no me dejaron estudiar lo que quería. Quería ser Oceanógrafo, que en aquella época (1984) en España sólo se podía estudiar en Canarias y no tenía muchas salidas profesionales, así que me preinscribí en Bellas Artes, Publicidad y Ciencias de la Información, pero mis padres no me dejaron hacer la carrera. Finalmente me metí en Derecho, “que es la carrera en la que nos matriculábamos los que no sabíamos qué estudiar” (ironía). Es una carrera polivalente, que ofrece un abanico amplio de posibilidades más allá de las jurídicas.
Trato de que se perciba que BBVA es una marca innovadora. Sería una comunicación de la innovación, tangibilizar el compromiso de BBVA con este ámbito, sobre todo a aquellos grupos de interés que son relevantes. Banca e innovación son dos conceptos que no casan intuitivamente por lo que es un desafío apasionante para mí.
Conseguir este objetivo requiere de un discurso sólido, consistente y alineado con una experiencia de usuario que lo haga creíble. Esto se tiene que materializar en cada momento, en cada punto de contacto que tenemos con nuestros clientes, empleados y la sociedad en general. Uno de nuestras metas es hablar menos de innovación, pero que el mensaje, el medio y el canal lo destile de manera inequívoca.
He estado 12 años trabajando fuera de España y mi experiencia previa más relevante es la de comunicación todoterreno y de cambio cultural. He estado viviendo en Asia, Estados Unidos, América del Sur, Portugal, etc. Eso me hace muy receptivo a los cambios y a tener las capacidades de aprendizaje permanentemente actualizadas.
"Probablemente, los jóvenes van a trabajar en profesiones que hoy no existen, así que no hay que encorsetarse en un determinado trabajo".
Buscaban un perfil muy específico de comunicador todoterreno, familiarizado con proyectos de innovación y dispuesto a probar muchos temas de innovación. Por mi trayectoria siempre he estado dispuesto a probar todo lo que sale nuevo. Soy lo que se llama un “earlyadopter”: experimento todo lo que sale nuevo encargándomede analizarlo, validarlo y contarlo si el producto me gusta. Además, esto encajaba con comunicarme 100% en inglés y en portugués. Por ello, recomiendo a todos los estudiantes dominar totalmente el inglés.
Ser feliz (sonrisa). Encontrar espacios en los que pueda aportar valor añadido y al mismo tiempo poner en valor mi experiencia y seguir progresando personal y profesionalmente. Trabajar en proyectos con equipos que supongan desafíos y tengan horizontes despejados.
El puesto de Community Manager es una de las profesiones que va a ser más demandada en el futuro. En este momento el mercado está distorsionado por el efecto de la crisis, pero se están ganando unos 30.000-40.000 euros brutos. Si lo comparamos con Estados Unidos, hace año y medio un Community Manager ganaba 30.000 euros y hoy los mejores están ganando 80.000-90.000 euros. Creo que vamos a ver una progresión muy similar en España cuando se estabilice el escenario macroeconómico. Las primeras empresas del IBEX 35 están ahora empezando a incluir estos perfiles en sus plantillas.
Una persona con dotes de comunicación, que sepa escuchar, receptiva y abierta a los cambios porque el mundo cambia a una velocidad impresionante, no sólo en el ámbito tecnológico. También tiene que estar dispuesta a compartirlas. Sería el perfil de un gran conversador y relaciones públicas, pero que ahora desarrolla estas tareas también de forma online mediante la tecnología.
Estar permanentemente reciclándome y aprendiendo: “hacer algo nuevo cada día”. Prácticamente cada día me doy de alta en una nueva red social. Estoy a diario validando, analizando, comprobando, etc. Además, el conocer y relacionarme con mucha gente interesante a la vez que creativa, así como el enriquecimiento que nace de esta relación, son factores que me gustan de esta profesión.
Que al final tengo que hacerlo por dinero, me gustaría hacerlo por diversión.
Hoy no se toma en serio la labor del Community Manager, se piensa que es algo que no lleva a ningún sitio, que es una“frikada”, una moda pasajera de Internet. Son perjuicios de gente que no ha entendido el potencial de esta profesión.
Me habría hecho Oceanógrafo (risas). No, realmente, no cambiaría nada. Hay decisiones que retrospectivamente ves que no han sido las mejores, pero después de que pasa el tiempo es muy fácil decirlo. Me gusta pensar que la vida es como una estación de tren y alguno tienes que coger. Si te pasas la vida esperando el tren perfecto a lo mejor no llega nunca, mientras que si te subes a uno que no te gusta, siempre estás a tiempo de bajarte.
Ser curiosos, estar al día, aprender inglés y no dejar nunca de explorar horizontes, posibilidades, nuevas actividades. Probablemente, los jóvenes van a trabajar en profesiones que hoy no existen, así que no hay que encorsetarse en un determinado trabajo, es lo peor que puede hacer un estudiante porque en un futuro próximo van a ser posibles otras formas de trabajo flexible, colaborativo, en red, freelance... y hay que estar abierto a este tipo de cambios.
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