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Crónicas de un Provinciano en la Ciudad. Primera parte: Un resumen de mi año anterior

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Poco antes de empezar la universidad, mi hermana me comentó que podría abrir un blog en esta página, para ir contando a mis amigos como me iba el curso en “la gran ciudad”. Para empezar bien, voy a presentarme: Me llamo Alfonso y soy un chico de León, con la mayoría de edad recién estrenada. Eso no es decir mucho, así que aquí van un par de detalles que te ayudarán a comprender este espacio, con mis idas de ollas incluidas. Soy un chaval sencillo, muy futbolero (hincha a “tope” del madrid), me gusta jugar al baloncesto, leer y tocar el piano(eso menos). También me encantan los “gadgets”, es decir, todo tipo de cachivaches electrónicos, que suelo “modificar” para mi y mis colegas. Algún aparatejo que tengo es la psp, un reproductor de mp3, y por supuesto, el ordenador.Bueno, ya que nos conocemos medianamente, vayamos al grano:

Hará cosa de un año que estaba comprando los libros para empezar 2º de Bachillerato, y ya tenía claro que este curso iba a ser más duro que el anterior. En Primero no había sacado muy buenas notas, y aunque había aprobado todas, las calificaciones eran más bajas de lo esperado, por lo que tocaba esforzarse.

 

            Después de un primer trimestre algo dubitativo y confiado, las notas eran mejores que el año pasado, pero no cubrían completamente mis expectativas, porque para no andar “pillado” de nota, tenía que esforzarme a tope, porque todo el mundo decía que selectividad era otro cantar. En el segundo trimestre me puse las pilas, y las notas siguieron mejorando. Pero fue ya empezado el tercer trimestre cuando algún profesor nos dijo que se iba a jubilar, lo cual siempre nos viene bien a los alumnos, porque al estar a caballo entre una nota y otra, se suele tirar para arriba. Algo debió de ayudar esto, que en conjunto con mis más abundantes horas de estudio, hizo que las notas subieran como la espuma.

 

            Con mi boletín de notas debajo del brazo, me presenté en casa, y después de la pertinente graduación, seguí estudiando para Selectividad. Yo pensé que iba sobradamente preparado en asignaturas como Latín, así que centré mis esfuerzos en Historia o Lengua, con un temario más amplio, lo cual no fue todo un acierto, porque en Latín las notas fueron 5 puntos menos de lo esperado, y las demás notas no la compensaron tanto como había previsto.

 

            A pesar de los nervios de la gente (siempre había algún listillo que salía llorando de los exámenes diciendo que le había salido fatal, y luego, por curiosidad, había visto su nota y estaban más próxima al número de Pelé que al de Casillas) yo salí muy contento de todos los “ejercicios”, como les gusta llamarlos a los profesores, y cuál no sería mi sorpresa al ver que la calificación estaba más de un punto y medio por debajo de lo esperado, y tuve que tirar de las notas de Segundo para intentar que la nota media me diera un “saldo” favorable.

 

            Ahora se iniciaba un tiempo de incertidumbre en el que habría que hacer numerosas solicitudes a los Colegios Mayores que había estado viendo con mi familia cerca de un mes antes, y para las diferentes Universidades de Madrid donde ofertaban Periodismo, o en las facultades de letras de León, mi universidad asignada. La Universidad leonesa carece de la mayoría de las carreras, y aprovecho este espacio para pedir algún estudio superior más, pues somos muchos los que tenemos que “emigrar” a Madrid, Barcelona, Oviedo o Salamanca para realizar la carrera elegida.

 

            Pero continuando con el hilo argumental, yo tenía claro que quería estudiar Periodismo, y lo sabía desde hacía unos cuantos años, cuando escuchaba a la gente del Carrusel Deportivo o a Iñaki Gabilondo, o cuando veía los grandes reportajes de Informe Semanal, las noticias presentadas por Matías Prats o por Hilario Pino, o los partidos de la NBA comentados grandiosamente por el en aquel entonces desconocido para la gran mayoría de la gente, como era Andrés Montes. Todos estos grandes periodistas me animaron a seguir sus pasos, o por lo menos así lo entendí yo, que con seis o siete años, narraba los partidos de fútbol del recreo, que también jugaba más mal que bien. Por todas estas razones quería ser periodista, y cuando se me mete una cosa entre ceja y ceja la suelo conseguir…

 

            Así, a mediados de julio me enviaron una carta de la Universidad Complutense comunicándome que mi solicitud había sido aceptada, y que debía de matricularme antes de fin de mes, abonando las pertinentes tasas, en las que había más números que dentro de los bombos de la lotería de Navidad. Por los mismos días en los que recibí la primera carta, salió en internet la lista de admitidos en el Colegio Mayor Covarrubias, en la que me encontraba en la Reserva, pero en la que entré como “miembro de pleno derecho” algunos días después. La matrícula en la Universidad fue un poco complicada, y aquí va mi primer consejo: Pedid siempre un duplicado de vuestros pagos, o haced fotocopias de ellos, porque siempre surgen problemas. En menos de una semana ya tenía dónde estudiar y acomodo para el curso entrante.

 

            Supongo que echaré de menos la comodidad de la casa de mis padres, en la que poco tenía que preocuparme por el transporte, pues en mis años de instituto mi padre se ganó a pulso una plaza en el sindicato de taxistas, porque me llevaba casi todos los días al Legio (mi instituto) y estaba a la hora de la salida puntualmente. No es que yo fuera demasiado comodón, que lo soy, pero la verdadera razón es el “fresco” que hace a las 8:30 en León, así como los tres cuartos de hora que me llevaba ir la instituto.

 

            Este año me tendré que sacar las castañas del fuego, pero podré presumir de tener una “casa de campo” en Provincias. Así que supongo que me sentiré un poco como Paco Martínez Soria en aquellas películas del desarrollismo cine más casposo de este país.

 

            Pero con todas las dudas que tuve sobre si era muy pronto para “emanciparme”, creo que la decisión es la acertada, pero bueno, el tiempo siempre pone las cosas en su sitio. A lo largo de mi primer año en la universidad, podréis seguir las andanzas de un “Provinciano en Madrid”, que espero que os pueda servir de ayuda a la hora de planificar vuestro último año de instituto, o de elegir la carrera.

 
 

Comentarios


foto de apperock

apperock
19th sep 2006

Capitulo 1: Crónicas de un provinciano en Madrid

Hola darth Fonsi,

Me ha encantado tu blog. Me encantará seguirte y que nos cuentes todas las aventuras por los madriles y el inicio de la uni. Mucha suerte!!! Y aupa el Madrid.

Bs

Apperock


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anómino
19th sep 2006

hola darth fonsi, ya estoy

hola darth fonsi, ya estoy esperando la 2ª entrega, yo soy tb de un pueblecito de Valencia y tb me planteo estudiar fuera. Madrid me gusta mucho, xo es todo tan caro y a mis padres no les hace nada de gracia la idea de que viva en una gran ciudad, xo debe ser de alucine. pues nada, ya tienes aki a un par de seguidoras de tu blog

Mucha suerte con el comienzo de las clases, ya nos contarás. Bss


foto de mencias89

mencias89
19th sep 2006

saludos

weeeeeeee q pasa fonsi? pos nada maxo, me alegro q t ayan cogio donde tu kerias...q es lo mas importante y nada amcho, cuentanos consejillos y cosas q al año q viene vamos para allá....que disfrutes de la experiencia de vivir en Madrid...

 

a x cierto, necesito ayuda sopbre colegios mayores y residencias....q aki muxa carrera y muxa universidad xo luego en revistas serias y en folletos no encontramos nada de kolegios mayores ni cosas d esas...