Próximos estudiantes universitarios: no os asustéis porque nadie muerde
(Copipego de este post en mi blog)
Estos días se han celebrado las Jornadas de Puertas Abiertas en el campus de Cáceres de la Universidad de Extremadura. Cientos de estudiantes han pasado por las distintas facultades, entre ellas la Escuela Politécnica, donde yo estudio. Aproximadamente quinientos chavales vinieron a ver nuestras instalaciones entre el martes, el miércoles y el jueves.
Y la pregunta era recurrente, tan pronto conseguías entablar algo de conversación con ellos oías decenas de “¿Y esto es difícil?“, o “¿Cómo son los profesores?“. Las respuestas eran igual de recurrentes: no es imposible y los profesores son muy buenos en general. Han llegado ya, incluso, a pedirme apuntes para ir trabajando durante este curso.
Quería decirles a esos estudiantes dos cosas. La primera, muchas gracias por interesaros y por pasaros por la UEx, y sobre todo por aguantar la cháchara que os dimos los alumnos difusores. A los que pasásteis por la Escuela Politécnica, además, gracias por interesaros por carreras con mala fama como pueden ser los grados de Informática o de Imagen y Sonido.
La segunda, sé que estáis preocupados y os comprendo perfectamente, pero no tengáis prisa porque ahora mismo tenéis suficiente con lo que tenéis entre manos. Recordad que antes de la universidad tenéis que hacer la prueba de Selectividad, y para ello primero tenéis que aprobar el curso. ¡No os pongáis a estudiar programación sin aprobar historia o filosofía!
Yo también estuve en vuestra situación hace ya… tres años (cómo pasa el tiempo, ¿verdad?). Estaba igual o más asustado que vosotros y ver el campus no hizo sino volverme más ansioso por salir del instituto y empezar mi nueva vida de universitario. Pero, hacedme caso, no penséis ahora en eso. Si tenéis claro qué queréis estudiar todo lo que tenéis que hacer es trabajar para ello, y el camino es terminar primero lo que tenéis entre manos. No van a dar nada que no estudiéis en bachillerato por sabido, así que no tenéis por qué adelantar trabajo.
Y si estáis asustados no os preocupéis. Los veteranos (y entiéndase por “veteranos” a los que ya llevamos unos años en la universidad; la experiencia no es un grado) estaremos dispuestos a echaros un cable cuando seáis universitarios con lo que haga falta, pasándoos apuntes, dándoos consejos o lo que sea menester. ¡Pero ya llegará el momento!