Profesor Asociado en una universidad pública
Profesor Asociado en una universidad pública
Manuel Montes Vozmediano
¿Cómo elegiste tus estudios?:
Fue algo vocacional. Siempre me gustó escribir, pero también me atraía todo tipo de formas de comunicación.
¿En qué consiste tu trabajo actual?:
Por un lado, tengo que estar al día de las investigaciones en mi ámbito de enseñanza: diseño y tecnologías multimedia. También tengo que complementar cada día mi formación, preparar las clases y atender los encargos de diseño que realizo como freelance.
¿Qué experiencia previa tenías al conseguir tu puesto actual?:
Había trabajado como docente en otra Universidad (Universidad Antonio de Nebrija). Previamente había publicado 5 manuales sobre los programas informáticos (Photoshop, QuarkXPress y FreeHand) que debía conocer para impartir las clases a los estudiantes universitarios de las licenciaturas de Periodismo y Publicidad.
¿Cómo conseguiste tu empleo actual?:
Presentándome a la plaza en una oferta de empleo público y siendo el candidato con mayor puntuación para dicho puesto.
¿Cuáles son tus objetivos de futuro para tu carrera?:
El objetivo más inmediato es obtener el Doctorado en Ciencias de la Comunicación. Después, el tiempo lo dirá. No me gusta marcar objetivos a largo plazo.
¿Cuál es el rango típico de salarios anuales bruto para el tipo de trabajo que haces ahora?:
Depende de la institución para la que uno trabaje: colegio, instituto, universidad y si dicho centro es público o privado. Otro factor a tener en cuenta es el tipo de contrato: profesor asociado, titular interino, titular contratado, etc. Una cifra orientativa intermedia podría ser de 30.000 €/año.
¿Qué tipo de persona tiene mayor éxito en este trabajo?:
Una persona que se apasiona por lo que hace, conocedora de sus limitaciones y de la necesidad de estar en formación constante, pues sus conocimientos o métodos pueden quedar anticuados fácilmente.
¿Qué es lo que te motiva o te gusta más de tu trabajo?:
La gratificación de ver cómo un alumno incrementa notablemente sus conocimientos sobre las materias impartidas. Sentirte mínimamente partícipe de su proceso de evolución vital como persona.
¿Y lo que menos?:
A los que nos gusta verdaderamente la docencia, las tareas investigadoras nos dan pereza, aunque cuando compruebas que el esfuerzo no ha sido en vano y repercute positivamente en la enseñanza, queda compensado. En mi caso, realizar las calificaciones no es traumático, ni mucho menos, ya que considero que el alumno es el que suspende y el que aprueba.
¿Qué ideas erróneas tiene la gente sobre este trabajo?:
Que un profesor trabaja poco y tiene muchas vacaciones. A título personal puedo asegurar que mi jornada laboral no tiene un fin establecido, nunca había trabajado tanto como desde que soy docente. Considero que un profesor con una conducta profesional no puede decir que “trabaje poco” ya que en ese caso estará “trabajando mal”. En el ámbito universitario, las vacaciones estivales se reducen a un mes pues el resto del tiempo uno debe asistir a congresos, simposios o conferencias, lo que a su vez exige preparar ponencias o comunicaciones.
Si pudieras volver sobre tus pasos, ¿qué cambiarías respecto a tu formación o la gestión de tu carrera?:
Hubiera profundizado más en el estudio de los idiomas.
¿Qué consejos darías para conseguir un trabajo como el tuyo?:
No me gusta dar consejos, pero sí reitero que la formación es muy importante, primero como persona, y luego, en el ámbito de la vida en que uno crea tener vocación. Después, nuestro esfuerzo, pero también circunstancias que no siempre podemos controlar, determinarán nuestra profesión. Considero que lo más importante es estar a gusto con lo que uno hace (sea servir hamburguesas o ser ministro, por poner dos ejemplos) y no querer hacer a toda costa lo único que uno cree le hace feliz.
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