(Tomado de mi bitácora personal [1])
Sabéis que éste es mi segundo año de universidad (y mi segundo primero de carrera, todo sea dicho, aunque haya un cambio de plan de por medio), y la responsabilidad de no querer ser eternamente un parásito de mis padres me ha hecho cambiar un tanto mis prioridades y mi vida.
Los estudios siempre fueron lo primero, pero hasta hace bastante poco mi tiempo estuvo bastante más dividido. Hasta hace un par de semanas era colaborador habitual en BlogdeBlogs y responsable editorial de una de sus publicaciones, y es algo que he dejado en favor de mis estudios. Ahora prácticamente mis tardes están copadas por el álgebra lineal, el cálculo numérico y la física de campos eléctricos.
Y es algo que me gusta, porque ahora sé que si suspendo será únicamente por falta de, digamos, capacidad o falta de trabajo por mi parte, y no por estar atento a mil cosas a la vez. Vale que de vez en cuando haga falta desconectar, pero en éstos momentos tras varias horas de estudio enfrascado en el cuarto lo último que me viene bien es seguir enfrascado en el cuarto, aunque sea haciendo otra cosa.
En el momento adecuado ya tomaré las decisiones según los resultados, pero de momento me esperan ocho meses de duro trabajo en el que la universidad será oficina y yo mano de obra y beneficiario.
