Al ritmo que está avanzando la sociedad española no vamos a tardar mucho en proclamar una revolución de ideas. El problema es que el gobierno nos va comiendo poco a poco y nosotros nos sometemos a la opresión que nos crea, es más bonito quedarse en casa mirando la basura televisiva que te meten por los ojos sentado en un sofá, dejando que te roben.
La fuga de cerebros es ya un fenómeno bastante relevante, pero no, sigamos haciendo caso omiso a la maldita corrupción y trabajemos como esclavos quejándonos de la crisis en la que estamos metidos. Así todo funcionará mejor, criticando a las personas que luchan por los derechos de los que reposan su trasero en el sillón, llamando inútil a una diputada que rechaza 3 millones de euros por soborno, llenándo la boca de una hilera de palabras que ni siquiera sabes que significan...
Sigamos así España, sigamos pudriendo la sociedad, dentro de poco la fuga de cerebros no será una opción, sino una obligación.