bitácora de manu

Gran Hermano tiene un atractivo innegable... Es el modo perfecto de ser testigos de ciertas pautas de comportamiento que de increiblemente asombrosas y predecibles que son, serían imposibles de documentar con grabaciones de audio y vídeo en condiciones normales. Por ejemplo, se me ocurre que decididamente la especie humana no está en peligro de extinción, pues no se muestra reparo alguno a la reproducción en cautividad.... En cualquier caso las manifestaciones erótico festivas no creo que sean lo más preocupante... si es que pueden suponer un motivo de alarma social... Hay otras emociones y reacciones que deberían causar más alarma. Mucho más íntima que la sexualidad es la ira, por ejemplo. Y se muestra sin ningún pudor a todas horas y de un modo aparentemente gratuito las más de las veces. En la naturaleza la violencia se manifiesta sólo cuando se necesita, pues supone un gasto energético importante. Y en un entorno no civilizado, dejado de la mano de las fuerzas de la Naturaleza, la energía (el alimento) es escasa. En Gran Hermano ahora tienden a reducir los recursos alimentarios. Imagino que en un intento de dar más emoción al programa. Aunque en vano. Sería muy gracioso ver a todo el mundo tumbado durmiendo hasta el momento de la comida, como ocurre en los espacios salvajes. Todos pasarían de todos salvo que hubiese una invasión clara del territorio de otro.. Pero ahora, todos comiditos y bebeditos, sin más freno que la mera ausencia de una pauta de comportamiento, mostrar ira es factible... O simplemente dejarse llevar por la aleatoriedad del "ahora me apetece esto...ahora aquello otro...". Me gustaría pensar que dentro de unos años saldrá publicado un estudio "de la leche" sobre Gran Hermano y se descubrirá la verdad sobre un proyecto de investigación en aras de diseñar un método educativo que pueda paliar la ausencia de una Humanidad Científica y basada en un método. Hoy por hoy dependemos de una Humanidad, digamos que accidental... intuitiva. Sin un método claro que permita sistematizar esas pautas inamovibles que nos confirmasen como seres racionales con pleno derecho. Hay personajes excepcionales que destacan por su humanidad sistemática, humanidad elegida y construída a partir del autoconocimiento y el respeto hacia el entorno. A partir del esfuerzo que supone intentar "comprender" nuestra esencia, la del prójimo y la del peculiar mundo que nos ha tocado vivir. Esculpida a golpe de pensamiento y voluntad. Pero no "fuerza de voluntad", sino "inteligencia de voluntad".