Responsable de Dpto. de Ilustración
Responsable de Dpto. de Ilustración
Siempre me había interesado el mundo de la comunicación y buscaba un tipo de trabajo en el que pudiera aplicar algo de creatividad.
Soy responsable del departamento de ilustración de la editorial, lo que significa que gestiono y coordino la iconografía (fotografía, cartografía, dibujos) de todas las obras de la casa. Cuando trabajamos en proyectos multimedia, también me ocupo de la gestión y supervisión de los procesos de producción audiovisual (audio, video, animación...), así como de la negociación de los derechos multimedia.
Trabajé 3 años en Radio Barcelona (Cadena Ser) como periodista y productora de programas deportivos. Paralelamente, hacía colaboraciones en el sector editorial (correcciones, redacción de textos, documentalista...). Empecé como auxiliar de redacción y ayudante de editor gráfico. Poco a poco, me fui abriendo camino dentro de la editorial en la que actualmente trabajo y me fui formando en función de las necesidades que tenía que cubrir en los proyectos en los que desempeñaba mis tareas.
"Siempre me ha interesado el mundo de la comunicación y buscaba un trabajo creativo"
Siempre he pensado que además de método, formación continua, tesón y responsabilidad, el factor “estar en el lugar oportuno en el momento correcto” ha jugado un papel importante en mi carrera. Y también el no tener miedo a asumir responsabilidades. Me ofrecieron ocuparme de la negociación y gestión multimedia en un macroproyecto en ciernes y acepté. Al cabo de 3 años, me ofrecieron incorporarme al departamento de ilustración y acepté. Al cabo de unos meses, accedí a la dirección del departamento.
Nunca he tenido miedo a cambiar de sector. Pienso que la vida es demasiado larga como para dedicarla a una sola cosa y, además, la sociedad actual exige profesionales polivalentes, a la vez que especializados. En estos momentos, quisiera mejorar el servicio que el departamento de ilustración da a la editorial, así como construir una base de imágenes adecuada a las necesidades de la empresa. Si la estructura de la empresa no me ofrece la posibilidad de seguir creciendo profesionalmente, en un futuro no muy lejano, me gustaría poder hacerlo en otro lugar.
24.000 –36.000 €/año
Principalmente, aquella persona que se implica en los proyectos, que busca una motivación constante en aquello que hace y para la que cada obra supone un reto. Creo que cada nuevo proyecto tiene que servir para mejorar, tanto tus cualidades profesionales, como el conjunto del departamento en el que se trabaja. Si hablamos de un perfil más concreto, se necesita evidentemente, cierto concepto estético y visual en función de la obra que se ilustra, saber entender lo que el editor quiere expresar y complementarlo. Capacidad para tomar decisiones y para trabajar en equipo, firmeza y agilidad a la hora de localizar y negociar con las fuentes (agencias, instituciones, archivos, fotógrafos...), organización y método. Y, sobre todo, capacidad también para saber encontrar, en el día a día, los alicientes necesarios para seguir adelante con optimismo.
Que cada día encuentro nuevos alicientes, al trabajar en obras completamente distintas (en cuanto a la temática), con editores diferentes (según el departamento), que me plantean nuevos retos (búsqueda de ilustraciones concretas y difícilmente localizables; abaratamiento de los costes...). También me gusta, aunque quizá esté mal visto, el trabajar bajo presión.
Tener poco margen presupuestario para llevar a cabo proyectos y tener que pelear con algún archivo fotográfico por un precio que a mí ya me parece justo.
Básicamente, que es divertido. ¡Claro que es divertido! Pero no sólo es eso. Mi trabajo no consiste en mirar fotos todo el día, como quién mira cromos e ir colocándolas en una obra, no qué va... bufff... Es muchas más cosas, hay que tener en cuenta multitud de factores que pasan inadvertidos (poco presupuesto y la exigencia de abaratar cada vez más los costes, calendarios imposibles de cumplir, disparidad de opiniones entre diferentes editores, conseguir un difícil equilibrio entre la facturación a tus diferentes proveedores, solapamiento de diferentes proyectos y falta de recursos técnicos y humanos para llevarlo todo a buen puerto).
De momento, nada. O quizá sí, debería haber hecho más hincapié en los idiomas y haber estudiado algunos años en el extranjero. De todos modos, con 29 años, puedo reorientar lo que no me guste, ¡siempre se puede!
Tiene que ser perseverante, creativa, organizada, que no tenga “miedo al miedo”, que se forme continuamente y que, sobre todo, se divierta trabajando.
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