Lo bueno de mi trabajo es que no puedo contar cómo es mi día típico, algo que sería bastante fácil para cualquier oficinista u operario. Depende de si estoy escribiendo un guión, de si estoy dirigiendo, de si estoy haciendo promoción o algún programa de televisión o de si estoy rodando sólo de actor (como ahora en "Manolete"). Hoy por ejemplo rodamos en Alcoy escenas nocturnas, así que me levanto tarde, me repaso los diálogos. Luego me recogen para ir a rodar, me visto, me maquillan, ensayamos con el director, y a rodar... Mañana será en otra localización, otra escena, otro horario y probablemente con otros actores, y eso dentro de la misma película.