Ainara Zubillaga de la Fundación COTEC habla del mercado laboral

La relación entre lo que estudias y en qué trabajas ya no es inmediata y lineal como antes

Y Ahora Qué: El mercado de trabajo está cambiando a pasos de gigante. Desde tu perspectiva, ¿cuáles son los principales cambios?

Ainara Zubillaga: Creo que hay 3 fundamentales. El primero de ellos es el cambio en sí mismo, como núcleo central del mercado laboral. El contexto actual está modificándose permanentemente, nuevas realidades, productos, servicios,… aparecen con enorme rapidez, y generan nuevas demandas de mercado, que a su vez necesitan nuevos perfiles profesionales.

En segundo lugar, la relación entre lo que estudias y en qué trabajas ya no es inmediata y lineal como antes. Hay filósofos impulsando proyectos empresariales, e ingenieros trabajando en industrias creativas.

Y por último, la amplitud del mercado de trabajo, ya no está reducido a una ciudad o  ni siquiera  a un país. El mercado de trabajo es el mundo entero, con las implicaciones de diversidad de lenguas y culturas que ello conlleva tanto a nivel laboral como humano.

YAQ: ¿Qué nuevas profesiones están cogiendo relevancia ahora o lo harán en el futuro?

A.Z.: Todo lo relacionado con el mundo digital ocupa un lugar importante y ha generado profesiones que sólo encuentran sentido dentro de este mundo. Por ejemplo, el Big Data es un ámbito que va a demandar muchos perfiles laborables.

Sin embargo, también creo que aunque ahora hacemos esa diferenciación, profesiones del mundo digital frente a otros sectores, no existirá: lo digital será transversal a todas las profesiones, ya no tendremos esa división entre perfiles tecnológicos y no tecnológicos.  El entorno digital será un entorno inherente a cualquier profesión, y sus herramientas serán herramientas de trabajo comunes, aunque por supuesto existan algunas profesiones que precisen perfiles técnicos especializados.

YAQ: ¿Cuáles serán los perfiles profesionales más demandados?
A.Z.: Es evidente que los contenidos han ido perdido peso dentro de los perfiles profesionales. Ya no es tan relevante saber algo específico, como tener competencias que permitan buscar y aplicar los saberes que van surgiendo.

En un contexto de cambio permanente la mejor cualidad es la flexibilidad, la capacidad para identificar los cambios que antes mencionaba, adaptarse a ellos y ofrecer una respuesta. Incluso, adelantarse a ellos en ocasiones.

Y desde un punto de vista humano, la capacidad para trabajar en equipo. Los retos actuales no pueden abordarse  de manera individual, ni desde un sólo sector. Necesitan un enfoque multidisciplinar y un equipo coordinado, empático, capaz de comunicarse entre ellos y de saber comunicar externamente lo que hacen.

La formación es relevante, pero entendido en un marco de aprendizaje a lo largo de la vida, no siempre en contextos formales, y muchas veces de manera autodidacta.

YAQ: ¿La educación está evolucionado para responder a las nuevas necesidades del mercado laboral o hay una brecha entre ambos mundos?

A.Z.: En primer lugar, creo que la educación debe reducir la brecha, no tanto con el mercado laboral, como con el contexto sociocultural actual, en el que el mercado laboral juega un rol importante, pero no es único elemento. Hay que matizar el discurso actual que existe sobre la relación entre educación y mercado laboral. Y las matizaciones tienen relación con el nivel educativo en el que estemos. La finalidad primordial de la escuela no debe ser formar futuros trabajadores; es un objetivo que se va priorizando a medida que aumentamos el nivel educativo, y por supuesto es un elemento fundamental en los niveles de educación superior. Pero no puede convertirse en la brújula del sistema educativo  en su conjunto. No comparto una formación universitaria que  no responda a las demandas actuales del mercado laboral, pero tampoco comparto convertir la educación primaria y secundaria en una escuela de negocios.

YAQ: ¿Cómo deben las instituciones educativas adaptarse a estos nuevos retos?

A.Z.: Los tres cambios que he descrito antes en el mercado laboral, tienen implicaciones directas en el ámbito educativo: necesitan nuevos escenarios formativos, nuevos enfoques, nuevas competencias que hay que desarrollar… y no todas las instituciones educativas están actuando para atender estas nuevas demandas.

Creo que les ayudaría abrirse a otros agentes y realidades sociales: las instituciones educativas ya no son la única fuente de formación. Y tienen no sólo que aceptar esa realidad, sino también aprovecharla y generar sinergias con elementos que no han se han percibido tradicionalmente con potencial educativo.

YAQ: Respecto al alumno, ¿cómo cambia su papel?

A.Z.: El alumno es el centro del proceso de aprendizaje. Y no sólo porque en torno a él y sus necesidades deben articularse todos los elementos que lo componen, sino porque tiene un rol de participación activa en su propio proceso de aprendizaje: debe tomar decisiones. El alumno es el centro de atención, pero también el centro de actuación.

YAQ: Universidad, Formación Profesional, aprendizaje autodidacta... ¿Cómo debe plantearse un joven la elección de su formación?

A.Z.: Creo que cometemos dos errores: hacemos mal las preguntas y  retrasamos la toma de decisiones sobre la elección de la formación. Me explico: hoy en día, se pregunta y se orienta a los chicos habitualmente el año previo a finalizar una etapa del sistema educativo, bien la ESO o Bachillerato. Pero si empezáramos con ellos este trabajo antes, quizá habría decisiones que les proporcionaría una trayectoria formativa mucho más ajustada y acorde a lo que les gusta y lo que necesitan para lograrlo. Hay que ayudarles a pensar qué quieren hacer, esa es la pregunta, no qué quieres estudiar o qué trabajo quieres tener.

YAQ: Cuéntame qué es la Fundación COTEC.

A.Z.: Nuestra misión es hacer de la innovación un motor de desarrollo económico y social. En Cotec entendemos el concepto de innovación como todo cambio, no sólo tecnológico, basado en conocimiento, no sólo científico, que genera valor, no sólo empresarial. Esta forma de entender la innovación supone integrar la necesidad de innovar en todos los ámbitos (empresarial, educativo, investigador, cultural, etc.),  y otorga a la sociedad y las personas un rol central como agentes del proceso: todas las personas pueden ser agentes innovadores.

YAQ: ¿Cuáles son sus principales líneas de trabajo?

A.Z.: En Cotec estamos convencidos de que el impulso de una sociedad innovadora pasa necesariamente por la educación de sus futuros ciudadanos. La capacidad de innovación puede y debe ser formada, y el sistema educativo debe incluir procesos innovadores, desarrollar sus habilidades y generar contextos educativos favorecedores de una cultura de la innovación. Para ello, en Cotec vamos a trabajar en dos ejes de actuación: Innovación Educativa y Educar para Innovar. Desde el eje de innovación educativa queremos analizar e integrar la innovación, sus procesos y herramientas,  como marco y metodología de trabajo de la práctica educativa, y contribuir al desarrollo de una cultura innovadora. Al área de educar para Innovar, nos acercamos convencidos, como ya he dicho antes, de que a innovar también se aprende. Y que cuanto antes comience ese proceso de aprendizaje, mayor será su impacto en la persona adulta.