Grado en Traducción e Interpretación: Asignaturas, Salidas y Guía Completa
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Traducción e Interpretación - Contenido y salidas laborales
Traducir e interpretar son ejercicios lingüísticos de gran calibre. Para poder realizarlos es imprescindible tener un conocimiento profundo no sólo del idioma, sino también de la historia y las tradiciones de los países correspondientes. Un buen profesional debe comprender lo que otra persona quiere transmitir para no deformar el mensaje. Para ello, en la carrera se adquiere un conocimiento profundo de cada lengua y se aprende la cultura de los idiomas elegidos.
Traducir e interpretar no es lo mismo. Traducir se hace por escrito y se tiene tiempo para reflexionar tranquilamente sobre el texto. Interpretar, por el contrario, es la acción oral simultánea. Mientras una persona habla, el intérprete debe traducir al mismo tiempo lo que está diciendo. La carrera prepara en cuatro o cinco años para desempeñar con soltura cualquiera de las dos variantes. Por ello, los ejercicios prácticos serán continuos durante todo ese tiempo.
Para acceder a la carrera no es suficiente con cumplir con la nota de corte. Además, deberás superar el examen de una lengua extranjera para demostrar cierto nivel de conocimiento. Al comienzo de la carrera elegirás un primer y un segundo idioma que dominarás al concluir los estudios.
Aunque la primera opción de los estudiantes suele ser el inglés, seguido del francés y del alemán, muchos profesionales recomiendan decantarse por lenguas con menos competencia como el ruso o el chino, pues sin duda será una ventaja a la hora de encontrar trabajo.
Durante la carrera tendrás asignaturas obligatorias destinadas a perfeccionar el manejo de tu lengua materna y a profundizar en los dos idiomas de especialización que realices y sus respectivas culturas, pero además siempre tienes la opción de elegir nuevas asignaturas para aprender nuevos idiomas.
Aptitudes
Es imprescindible que sepas desenvolverte de forma ágil en tu propio idioma. La facilidad para aprender otras lenguas es igualmente indispensable, pero sobre todo el interés por sumergirte de lleno en el estudio de los idiomas y sus culturas. Debes ser meticuloso, pues una buena traducción o interpretación exige exactitud y rigurosidad. Además, debes estar dispuesto a conocer y manejar las técnicas informáticas con soltura. Si además tu idea es dedicarte a ser intérprete, debes saber que es un trabajo que requiere una gran capacidad de concentración y de agilidad mental. Tener una buena memoria también supondrá una ayuda valiosa.
Recomendable
Lo mejor es que leas mucho y estés al tanto de lo que ocurre en el mundo. Conviene que tengas interés por la política y la economía. Durante la carrera es esencial que acudas a clase, ya que los ejercicios prácticos de traducción o interpretación para aprender técnicas y adquirir destreza serán muy importantes.
Los estudios de Traducción e Interpretación son relativamente recientes. Por ello, quienes actualmente trabajan en este campo en la mayoría de los casos han estudiado otras carreras, como alguna filología u otros estudios de la rama de humanidades. Hace unos años se vio la necesidad de una formación concreta para estos profesionales. Aún así, realizar la carrera de Traducción e Interpretación es una de dos opciones. La otra posibilidad para dedicarse al mundo de la Traducción e Interpretación es cursar un máster después de haber realizado otros estudios universitarios. Éstos no tienen que ser necesariamente una filología. Carreras de Economía, Derecho, Periodismo, Ciencias Políticas, Historia, etc. también pueden ser muy útiles, pues te proporcionan una cultura general amplia. Eso sí, en caso de elegir esta opción, es muy conveniente cursar un máster en Traducción e Interpretación.
Salidas laborales
La sociedad se está internacionalizando a pasos agigantados y las relaciones con otros países se han convertido en primordiales. Tus posibilidades para encontrar empleo serán muy variopintas. Podrás trabajar en una editorial traduciendo libros extranjeros. También puedes obtener el título de traductor jurado en un idioma concreto. Esto te permitiría traducir textos jurídicos y certificar la veracidad de tu traducción, como un notario. Las agencias de traducción son otra salida posible. En ellas te dedicarías principalmente a la traducción de textos ingleses, alemanes y franceses en los que las temáticas más demandadas son de tipo comercial, técnico o económico. Todos los trabajos mencionados se pueden ejercer como empleado de una empresa o como autónomo, aceptando trabajos puntuales por libre.
Los organismos públicos también ofrecen empleo a los profesionales de los idiomas, pues su ayuda siempre será necesaria para todo tipo de comunicación interna o externa. También puedes trabajar en instituciones internacionales tan importantes como la ONU o la Unión Europea, aunque debes saber que las pruebas de acceso son duras. En estos casos necesitan tanto intérpretes como traductores. En congresos o exposiciones internacionales también es habitual contratar intérpretes para facilitar la comunicación. Las tres lenguas más requeridas en la actualidad son en primer lugar el inglés, seguido del francés y el alemán. Aunque ten igualmente en cuenta que el conocimiento de otros idiomas más desconocidos, te abrirá puertas que para la mayoría quedarán cerradas. Lenguas como las de los nuevos países de la Unión Europea, el japonés o el chino, el árabe, etc. están cobrando importancia y disponen de menos traductores e intérpretes.
Salarios
Son muy variables. No es lo mismo trabajar por tu cuenta que estar contratado por una agencia o trabajar como funcionario en organismos internacionales, donde las cifras se disparan. Por ejemplo, en las instituciones de la Unión Europea un traductor con contrato como funcionario gana entre 4.000 y 8.000 euros al mes, dependiendo de su experiencia y grado de responsabilidad.