Proceso de matriculación, todo lo que debes saber

¡Felicidades! El instituto y la selectividad ya forman parte del pasado, pero no te seques el sudor de la frente, aún no estás en la universidad. Todavía te esperan unos días de papeleo que tendrás que afrontar con atención y paciencia.

En el momento que seas admitido por una universidad, será el propio centro el que se encargará de notificarte los documentos que tienes que aportar y las fechas que te han sido concedidas para realizar tu matrícula. Una carta, un correo o una llamada, te indicarán que estás a las puertas de entrar en la universidad. Es muy importante que prestar atención a las instrucciones y fechas que te indicarán para la realización de la matrícula. 

El proceso de matriculación es un trámite relativamente sencillo que sólo requiere algo de tiempo y un poco de dedicación. Los pasos a seguir en este viaje de impresos y fotocopias también son muy diferentes según sea pública o privada la universidad en la que quieres entrar. A pesar de las diferencias en las formas, todas las universidades disponen de un departamento de admisión de alumnos o secretarías, donde te informarán de cualquier duda y gestionarán tu matrícula.

Reconoce tu futuro entorno

Si puedes hacerlo, antes de rellenar la matrícula, visita una vez más la facultad en la que has sido admitido y familiarízate con el entorno. Acércate a la secretaría de alumnos e intenta solucionar todas tus dudas, siéntate a tomar algo en la cafetería y charla con algún alumno de otro curso para que te eche una mano con la elección de horarios y profesores. La experiencia de los universitarios te puede servir para planificar tu horario de clases. Ellos te pueden aconsejar sobre los profesores y las asignaturas más adecuadas a tus gustos e intereses.

Matriculación en la pública

Cada comunidad autónoma tiene su propio calendario para publicar las listas de admitidos. Apúntate las fechas propias de la universidad o universidades donde has echado las instancias, tatúatelas si es necesario… Seguro que no te gustaría perder tu plaza porque se te pasan los plazos establecidos para la matriculación. Si has mandado preinscripciones a más de una comunidad, es muy probable que te lleguen varias cartas de admisión. En ese caso tendrás que elegir tu destino y seguir las instrucciones que te dicte la carta de la universidad que has escogido.

Matriculación en la privada

Cada centro establece sus propios medios y fechas para comunicarte la admisión en la universidad. Al igual que las universidades públicas, en la carta de admisión que recibas te indicarán todo los trámites que debes seguir y la documentación que tendrás que adjuntar.

Documentos

A la hora de formalizar la matrícula, hay toda una serie de documentos que tienes que presentar en la universidad: una fotocopia compulsada de tu expediente de Bachiller, de la tarjeta de selectividad y del DNI, una o varias fotos tamaño carnet y el traslado de expediente en el caso de que te estés matriculando en una universidad distinta a donde hiciste Selectividad. El traslado de expediente lo tienes que gestionar desde la universidad en la que hiciste Selectividad. Es un trámite sencillo, pero imprescindible. Todos estos papeles los puedes llevar tú mismo a la facultad o enviarlos por correo certificado, adjuntando fotocopia compulsada de la documentación que te pidan.

Si has elegido una universidad privada, debes saber que cada una te puede pedir una documentación diferente. Así mientras en algunos centros sólo tienes que llevar los documentos que acrediten que has superado las pruebas de selectividad y el recibo del banco para certificar que has pagado la matrícula, otros te pedirán que adjuntes un certificado médico, o tu libro de escolaridad. Los plazos de presentación de documentos en las universidades privadas suelen ser mucho más flexibles que las públicas, pero de todo ello donde mejor te informarán es en la secretaría de tu centro.

Formalizar la matrícula: ¿en la secretaría o en Internet?

Existen varias vías para formalizar tu matrícula. Aunque tradicionalmente este trámite se ha realizado de forma presencial, cada vez más universidades lo gestionan todo por Internet.

Para formalizar tu matrícula tendrás que conseguir un sobre de matriculación que se suele comprar en las secretarías de alumnos del propio centro en el que vas a matricularte o en alguna de las entidades bancarias que tienen un acuerdo de colaboración con tu universidad. En el sobre de matrícula encontrarás todos los impresos necesarios para completar la matrícula. Es recomendable que leas con lupa y mucha paciencia las instrucciones de matriculación porque en algunos casos su lenguaje es tan formal que dificulta mucho su comprensión.

En el sobre se te especificará también los documentos que tienes que adjuntar. Con todos los impresos rellenos, tendrás que presentarte en la secretaría de alumnos para formalizar la matrícula. Si el tamaño de la facultad es muy grande, ésta suele organizar la matriculación de los alumnos por orden alfabético o cualquier otro sistema que evite la aglomeración de los alumnos en la secretaría del centro.

Cada vez son más las universidades que cuentan con sistemas para que sus alumnos puedan gestionar su matrícula por Internet.  La matriculación por Internet es un sistema bastante sencillo que te facilitará algunos trámites de elección de grupos y horarios, pero que no te eximirá de entregar algunos documentos en la secretaría de tu universidad o de mandarlos por correo certificado.

Si en tu carta de admisión encuentras una clave de acceso para Internet, es que puedes formalizar tu matrícula en la página web de la universidad en la que estás admitido. Las matriculaciones por Internet suelen ser bastante sencillas, pero si no prestas atención te puede suceder lo mismo que a Elena, una estudiante de Magisterio. “Me equivoqué y sólo me matriculé en las asignaturas de formación básica”, comenta, “no sabía que había que seleccionar también las asignaturas opcionales en la misma página y cuando me di cuenta ya no podía volver atrás”.

La elección de horario

Es justo en el momento que formalizas tu matrícula cuando tendrás que elegir tu horario. Es un trámite muy importante, pues en función de tu elección estudiarás por la mañana o por la tarde. Fíjate bien en los distintos grupos que la universidad ofrece en tu carrera y planifica tu propia agenda prestando mucha atención a que no te coincidan asignaturas en una misma hora o te solapen otras actividades que tienes previstas en tu día a día, como tus clases de inglés o los ensayos de tu grupo de teatro.  “Me tiré ocho horas para cuadrar mi horario y que pudiera hacer todo lo que tenía previsto para mi primer año en la universidad”, nos cuenta Sara, estudiante de Biología. “Al final me apañé para hacer todo lo que quería, pero casi tengo que dejar a un lado mi grupo de teatro”.

Lo más complicado de la matriculación suele ser el propio documento que explica todo lo que tienes que hacer, nos explica una estudiante. Pero si te tomas tu tiempo para leerlo detenidamente y preguntar las dudas que te asalten, la matriculación es un proceso sencillo.

Los nervios

Una funcionaria de la secretaría de una universidad pública nos decía que lo habitual es llegar con muchos nervios para hacer la matrícula, sobre todo por el cambio que supone respecto al colegio o el instituto donde todo está hecho. Nos contaba la anécdota de un chico que le preguntó qué tenía que hacer para ser familia numerosa, a lo que ella respondió: “¿te lo explico a ti o mejor a tus padres?”.

Los nervios muchas veces juegan una mala pasada y las instrucciones para matriculación que recibes suelen estar redactadas en un lenguaje muy administrativo que no ayuda demasiado. Así que presta atención y ante cualquier duda, pregunta en la secretaría de tu facultad. Que no te dé corte, aunque pienses que quizá es una tontería, mejor preguntar que luego tener que dedicar tiempo a rectificar.

Los créditos ECTS

Es uno de los términos con los que tendrás que familiarizarte. El crédito ECTS (Sistema Europeo de Transferencia de Créditos) es la unidad de medida del trabajo y del estudio dedicado por el alumno en las titulaciones de grado. Los créditos ECTS, además de las horas de clase lectivas, teóricas o prácticas, tienen en cuenta las horas de estudio, las dedicadas a la realización de seminarios, trabajos, prácticas o proyectos, y las necesarias para preparar y hacer exámenes y pruebas de evaluación.

Todos los grados tienen una duración de 4 años (240 créditos ECTS), excepto cuando su duración viene determinada por normas de derecho comunitario (como en los Grados en Arquitectura o en Medicina) donde la duración puede ser de 5 ó 6 años.

Los créditos ECTS se reparten entre las diferentes asignaturas que conforman el plan de estudios de cada grado en una Universidad. Dentro del plan de estudios  te encontrarás con asignaturas que en función de su vinculación a tu carrera se clasifican en diferentes tipos de materias: las de formación básica, obligatorias y optativas.

• Las asignaturas de formación básica son idénticas para titulaciones de una misma rama de conocimiento y universidad.
• Las asignaturas obligatorias son el contenido específico de la titulación y responden a las competencias específicas de ese título y, como su propio nombre indica, deben ser cursadas por todos los estudiantes que realizan un determinado grado en una universidad.
• Las asignaturas optativas son materias que tú puedes elegir entre la oferta de asignaturas en cada título de grado.

A través de las asignaturas optativas podrás estudiar temas que te interesen y que te ayudarán a comenzar a especializarte en alguna materia que te interesa. Aunque estas asignaturas suelen ofrecerse a partir de segundo curso, también hay carreras que ya las contemplan en primero.

Este artículo te ofrece una visión global de todo el proceso de matriculación, pero ante cualquier duda, pregunta en la facultad o centro donde vas a estudiar. Es la mejor forma de aclararte y ahorrar tiempo y dinero.