Estudiantes con vocación

Según un estudio de la Fundación BBVA sobre los universitarios españoles, el 67% de los estudiantes elige carrera por vocación, sin embargo, demandan mejoras para la inserción en el mercado laboral y sienten que la universidad no les prepara suficientemente para trabajar.

Este informe elaborado a partir de 3.000 entrevistas personales a alumnos matriculados en los últimos años de carrera, tanto en universidades públicas como privadas, muestra que un 67% de los universitarios que eligió carrera por ser la que más le gustaba, un 12,8% escogió por la salida laboral, un 7,7% que no pudo elegir por su nota de selectividad, y el resto de estudiantes decidieron sin saber muy bien qué estudiar.

Sin embargo, un 70% de alumnos está satisfecho con la carrera elegida. En esta línea, el 74% declara que volvería a matricularse en la misma titulación y este porcentaje incluye a muchos que no escogieron por vocación.

Preparación para trabajar, suspenso general

La inserción de los alumnos en el mercado laboral es un aspecto que debe mejorar la enseñanza superior, pues según el 53% de los alumnos, la universidad no saca buenas notas a la hora de preparar a los estudiantes para trabajar.

No obstante, esta problemática varía si la enseñanza es pública o privada. En este sentido, los alumnos de la enseñanza privada dicen sentirse mejor preparados para el mundo laboral que sus compañeros de la universidad pública. Asimismo, los estudiantes que más se quejan por estos problemas son los de humanidades, seguidos de los de ciencias sociales, jurídicas y carreras técnicas.

En lo que sí coinciden todos los alumnos es en demandar un modelo de educación que combine, por un lado, la enseñanza de habilidades que ayuden a desarrollar un pensamiento propio y una capacidad para tomar decisiones, y por otro, una buena formación para la vida profesional.

Estudiar: dedicación, hábitos y manías

Está claro que una de las tareas básicas de la vida del estudiante es precisamente estudiar. Cada alumno es un mundo y cada cual se organiza como mejor le conviene, y aquí el informe vuelve a arrojar datos de interés para los alumnos que aún están fuera del ámbito universitario.

El tiempo medio dedicado al estudio se sitúa en torno a las 13 horas semanales. Estas horas se distribuyen de forma irregular entre los alumnos y por eso hay un 30% que estudian a diario un mismo número de horas; un 41% que estudian unos días sí y otros no; un 20% que estudian sólo los días previos a los exámenes y un 7% que estudian sólo los fines de semana.

Los hábitos de estudio también varían según la carrera que se estudie. Así los que dedican más tiempo a estudiar son los estudiantes de carreras técnicas y los de ciencias de la salud con una media de 16 horas por semana.

La distribución de clases teóricas y prácticas también cambia de unas carreras a otras. En ciencias sociales, ciencias jurídicas y humanidades las clases teóricas ocupan el 80% del tiempo de clases mientras que en carreras técnicas es del 70% y en ciencias experimentales es del 65%. En ciencias de la salud el reparto de horas teóricas (56%) y prácticas está más equilibrado. Por eso, los que más se quejan de la escasa preparación para el mundo laboral son los alumnos que menos horas prácticas tienen en su titulación.

Por otro lado, los recursos más utilizados por los estudiantes para preparar las asignaturas son los apuntes y las fotocopias, tanto de libros como de compañeros. El 55% prefiere estudiar por medio de sus apuntes más que por libros propios o de la biblioteca.

Temas que preocupan

Cuando la encuesta se centra en nuestro país, la primera preocupación que salta a la vista es la del paro pues un 51% lo menciona como uno de los principales problemas. En segundo lugar aparece la problemática de la vivienda, seguida del terrorismo y la inmigración.

En cuanto a la visión sobre la situación actual los universitarios son optimistas en cuanto a los avances científicos y los derechos de la mujer. En cambio, el pesimismo cunde en cuanto a la evolución de la pobreza y los conflictos bélicos.

Hay que decir que, aunque hay diferencias respecto a los distintos temas, la valoración general no es positiva pues el 62% de los estudiantes cree que los peligros para la humanidad han aumentado si se comparan los actuales con los existentes hace 50 años. Estos peligros se centran sobre todo en un ataque terrorista a grandes núcleos de población y una crisis medioambiental grave.

Respecto a la política, los universitarios se sienten muy distanciados y expresan un bajo nivel de confianza hacia los partidos políticos (35%). Además, no parecen muy conformes con las formas de participación política tradicional, es decir, el sistema de voto, y prefieren participar en el espacio público de otra manera: el 42% en campañas de recogida de firmas y el 40% en manifestaciones.