Las clases en la Universidad serán más divertidas

Seguro que todas tus clases siguen el mismo patrón: el profesor entra en el aula y durante una hora cuenta la lección. Unos días después la pregunta en un examen y te puntúa según lo hayas hecho. Ocurre desde que somos muy pequeños en el colegio y continúa así en la Universidad. Esto va a cambiar para dar más importancia al alumno y a su participación activa en las clases.

Seguro que has oído hablar de los cambios que habrá en la Universidad para adaptar las carreras al sistema educativo europeo. En el nuevo Espacio Europeo de la Educación Superior el alumno va a ser el protagonista y participar activamente en las clases. Para ello, se va a dar más importancia a las horas prácticas, al trabajo en grupo y al estudio por cuenta propia.

El Consejo de Coordinación Universitaria ha realizado un estudio (“Informe sobre propuestas para la renovación de las metodologías educativas en la Universidad”), en el que se propone una renovación completa de las metodologías docentes, es decir, cambiar la manera de dar las clases. La clase magistral, la típica hora en la que el profesor cuenta la lección, no parece que vaya a desaparecer, pero sí se plantea seriamente que se complemente con métodos que cuenten más con el alumno y su participación en las clases.

En la Universidad ya existen las tutorías y seminarios, que ayudan a establecer una relación entre profesor y alumno, y por tanto, a que la enseñanza sea más personalizada. Es muy importante aprovecharlas y aunque te dé vergüenza al principio es una manera perfecta para resolver tus dudas. Pues bien, estas tutorías y seminarios se piensan complementar con otros métodos, como trabajos en grupo o de investigación del propio alumno, que permitan un mayor aprendizaje. Seguro que alguna vez has resuelto tú mismo tus dudas investigando y que aún lo recuerdas, porque lo que descubres por ti mismo no se olvida.

Objetivos

Los objetivos que pretende alcanzar este estudio son aumentar la calidad del aprendizaje y el nivel de satisfacción de alumnos y profesores, así como establecer nuevas formas de trabajo y de dar clase.

Para conseguir estos objetivos se proponen las siguientes ideas:

• Fomentar el trabajo en grupo. Las clases se dividirían en grupos de 3 ó 5 personas que se encargarían de realizar trabajos o preparar ellos mismo la clase y exponerla ante todos los compañeros. Seguro que prestas más atención y te resulta más divertido ver a tus colegas dando la clase.

• Aplicar la evaluación continua. Es decir, contará todo el trabajo que has realizado a lo largo de todo el curso y no sólo la nota de un día de examen.

• Aprender competencias. También se pretende que las clases enseñen lo que el alumno necesitará en el mercado laboral. Por ejemplo, un alumno que estudie Periodismo debería aprender a hablar correctamente en público y en la carrera deberían enseñárselo.

• Facilitar a los alumnos herramientas de aprendizaje autónomo. Es decir, la Universidad facilitará herramientas para aprender por uno mismo, como laboratorios o herramientas informáticas.

El método funciona

El pasado año la facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense realizó una prueba. Impartió algunas clases aplicando este tipo de métodos: exposiciones en clase, resolución de problemas en grupos, etc. Fue un éxito. Aprobaron 8 de cada diez alumnos, mientras que en las clases tradicionales sólo lo hicieron 5 de cada diez.

Parece que un sistema educativo en el que el alumno participa en las clases, hace exposiciones y trabaja en equipo no sólo es más divertido, sino también más efectivo.

Las clases de toda la vida no desaparecerán, pero al menos se impartirán clases más participativas y atractivas, en las que los alumnos no sean simples grabadoras de datos. Esas clases soporíferas tienen los días contados.