Los españoles cuando comen, es que comen de verdad

Mientras que un estudiante español prefiere dedicar su espacio de la comida a comer, un alumno estadounidense trabaja y come a la vez sin apreciar por ello un aumento del estrés en su vida laboral. Así lo demuestra el último estudio comparativo realizado por la compañía escolar AF Steelcase y la Fundación Rafael Escola, llevado a cabo entre estudiantes de uno y otro lado del Atlántico, con edades comprendidas entre los 20 y 24 años.

Según los datos recogidos en el informe “Espacio y Talento II: Jóvenes, espacio y tecnología”, el fenómeno de la globalización ha acercado las formas de trabajar, socializar y trabajar de los jóvenes norteamericanos y españoles. Sin embargo, las diferencias en la forma de abordar el binomio ocio/trabajo entre ambos colectivos siguen siendo un aspecto de especial interés para los expertos. Los españoles, según el estudio, vemos el trabajo como una fuente de estrés más y, por lo tanto, aprovechamos la hora de comer para desconectar con la rutina y relajarnos en compañía de alguien. Pero los estadounidenses, al parecer más contentos con su vida laboral, no tienen nigún problema en comer solos y trabajar a la vez.

Estas conclusiones conectan con los datos arrojados por el “II Barómetro sobre bienestar y la implicación de los empleados en Europa 2005”, donde los españoles ocupamos el primer puesto de los menos conformes con nuestro trabajo, además de ser los que nos sentimos menos implicados con nuestra empresa.

La progresiva implantación de las nuevas tecnologías en nuestra sociedad también ha contribuido a modificar nuestros hábitos de estudio y trabajo. El uso de ordenadores portátiles y la tecnología wireless han flexibilizado el espacio, derribando los muros que lo enclaustraban en las aulas y los laboratorios informáticos. Ya no sorprende ver a grupos de alumnos reunidos alrededor de una pantalla de ordenador, trabajando sobre cualquier cuestión en las cafeterías o en las escaleras de las facultades e institutos.

Al margen de estos datos, o más bien, a partir de ellos, el objetivo de este estudio es conocer mejor los hábitos y espacios de trabajo de los estudiantes, con el fin de predecir la oficina perfecta del futuro, y optimizar así los factores de producción.