Selectividad, ¡20 consejos prácticos para los días de exámenes!

Si eres uno de los muchos estudiantes que en estos días te enfrentas a la Selectividad, mantén la calma. Hemos seleccionado 20 consejos prácticos, muy fácil de aplicar para aprobar y ¡con nota!

1.       Duerme bien. Pasarte la noche repasando es una de las mayores tonterías que podrías hacer, pues ya desde primera hora estarías agotado. Si los nervios no te dejan dormir, antes de irte a la cama toma un vaso de leche y un baño bien caliente. Te ayudarán a relajarte y a tener un sueño reparador.
2.       Empieza con un buen desayuno. Con una media de tres exámenes por día, es muy importante tomar un desayuno que te mantenga con energía. Los expertos recomiendan que el desayuno de cualquier estudiante contenga, además de lácteos y cereales, algo de proteínas, fruta y verdura. Quizás te parezca una barbaridad de comida, pero está demostrado que los estudiantes que toman un desayuno muy ligero en sólo dos horas se sienten desfallecidos y pierden la concentración. Para que veas que tampoco es para tanto, te sugerimos un desayuno que te ayudará a  empezar bien el día:
·         Un zumo de naranja. Así tomas fruta que contiene azúcar de rápida absorción. Por supuesto, puedes reemplazar el zumo de naranja por cualquier otra fruta en zumo o natural.
·         Un vaso de leche con cacao. Si lo prefieres puedes tomar un yogur o un café con leche. Cualquier lácteo que a ti te guste y tomes habitualmente.
·         Tostadas de pan integral con aceite de oliva, tomate y unas lonchas de pechuga de pavo.
¡Un desayuno completo para empezar el día al 100%!
3.       Antes de salir de casa, comprueba que llevas todo lo necesario para realizar los ejercicios: como bolis de repuesto, la calculadora o cualquier otro material que puedas necesitar. Por supuesto, no te olvides del DNI. Coge también una botella de agua y caramelos. Si durante las pruebas te sientes cansado, algo tan simple como beber un sorbo de agua y tomar un caramelo, te puede ayudar a recuperar la energía en sólo unos segundos.
4.       Sal de casa con tiempo. Calcula un tiempo extra para imprevistos (si pierdes el autobús, hay un atasco o un accidente…). De lo contrario, podrías llegar a las pruebas estresado por las prisas.
5.       Antes de entrar en el examen, pasa de los comentarios de última hora. Lo que no sabes ya, no lo vas a aprender en el último momento y compañeros gritando alrededor sólo servirán para ponerte nervioso. 
6.       Ten a mano las etiquetas identificativas que te darán antes de comenzar la prueba. Llevan un código de barras que sirven como identificación y evitan que aparezcan tus datos personales. Tendrás que colocar una de estas etiquetas en cada examen que realices.
7.       Mantente atento. Nada más entrar, te darán las instrucciones para hacer el examen y comenzará a contar el tiempo. Es importante escuchar y respetar las instrucciones. Y como en el cine, ¡apaga el móvil!
8.       Guarda silencio. El Tribunal examinador puede expulsarte si no te comportas como debes, lo que supondría perder una convocatoria. Si tienes alguna pregunta no dudes en dirigirte a ellos. 
9.       Elige bien tu opción. Lo bueno de cualquier examen de Selectividad es que te da la posibilidad de elegir entre dos modelos de exámenes. Dedica unos minutos a pensar bien en qué opción puedes obtener los mejores resultados. Mejor elegir una opción donde controlas todo, aunque no sea a la perfección, que otra donde hay una pregunta que bordarías, pero también hay una de la que no tienes ni idea.
10.    Distribuye el tiempo de manera organizada. Además del tiempo de comprensión de las preguntas y de la realización en sí de las respuestas, es importante reservar algunos minutos para repasar el contenido, vigilar las faltas de ortografía o hacer alguna anotación final que hayamos pasado por alto.
11.    Ayúdate de un esquema. En las preguntas de desarrollo, apunta en un esquema los conceptos que vayas a exponer.
12.    Empieza con las respuestas seguras. De esta manera, te garantizas una parte de los puntos y luego puedes dedicar más tiempo a aquellas preguntas que necesitan más esfuerzo y concentración.
13.    Argumenta las respuestas. La argumentación es una gran aliada para defender los conocimientos aprendidos. Poner ejemplos ayuda a justificar las respuestas sin necesidad de repetir literalmente lo que dicen los libros. Explicando y reflexionando cada pregunta, demuestras que no sólo tienes memoria, sino también capacidad de interrelacionar. En definitiva, que comprendes lo que lees.
14.    Vigila la presentación del examen. Si respetas los márgenes, los espacios y vigilas la claridad de tu letra, tendrás mejores opciones de sacar buena nota. Quizás te parezca que no es justo, pero piensa en ti mismo cuando conoces a alguien. Aunque sea la persona más maravillosa del mundo, si va desaliñada o sucia, te causa mala impresión, pues eso mismo puede ocurrir con tu examen.
15.    Cuida el vocabulario y la ortografía. Un examen bien escrito y con un vocabulario variado es una oportunidad única para demostrar tus habilidades con la lengua escrita. Por muy bien que domines el temario, si no eres capaz de expresarte con claridad y correctamente, las respuestas deslucirán y tu nota también.
16.    Si no tienes ni idea de lo que te preguntan. Piensa detenidamente en el enunciado de la pregunta, pues puede facilitarte muchas pistas sobre lo que se te pide.
17.    No copies. Lógicamente, está prohibido como en cualquier examen, pero aquí tienes mucho más que perder.
18.    Manténte centrado. No te conviene estar pendiente de qué hace fulanito o menganita. Si en lugar de responder lo que te preguntan en el examen, pierdes el tiempo pensando en si tu compañero de clase se sabe las preguntas o si ha escogido la misma opción que tú, perderás un valioso tiempo para responder el examen.
19.    Revisa el examen antes de entregarlo. Muchos de los errores se producen por despiste y podrían evitarse con una sencilla lectura a modo de repaso al final.
20.    Entre prueba y prueba, intenta desconectar. Si eres nervioso, una de las peores cosas que puedes hacer es ponerte a comentar con tus compañeros de clase qué opción han escogido o qué han respondido en tal o cual pregunta. Los comentarios podrían afectar a tu ánimo negativamente y, en este momento, debes reservar tus energías y confianza. Muchos psicólogos recomiendan mantenerse en una actitud de silencio tanto verbal como mental. Es decir, ni hablar con los compañeros ni darle mil vueltas a la cabeza con lo que has hecho. ¡Lo hecho, hecho está! Deja la mente en blanco y relájate para afrontar con una actitud relajada la siguiente prueba.

Ya verás como siguiendo estos sencillos consejos, vas a aprobar fácilmente la Selectividad. ¡Buena suerte!