Uno de cada tres becados por el MEC pierde su beca después del primer año

En el curso 2011-2012, el porcentaje de becarios respecto al número total de estudiantes de grado fue el 22,3%. Sin embargo, entre los estudiantes de nuevo ingreso, el porcentaje de becarios fue del 41,4%, lo que refleja una alta tasa de pérdida de la beca tras el primer año de universidad, concretamente, el 37,3%. De todos los estudiantes que entran en el sistema con beca, uno de cada tres la pierde al año siguiente.

Este es uno de los datos que se extrae del informe presentado ayer por el Secretario General de Universidades, Federico Morán, con los “Datos y cifras del sistema universitario español”, que contiene los indicadores del curso 2012-2013, así como las previsiones del curso actual (2013-2014).

Durante el curso 2012-2013 la convocatoria general de becas la han disfrutado 263.682 estudiantes y su importe se ha elevado hasta 757,7 millones de euros, lo que supone 6.608 beneficiarios menos que el curso anterior, esto es un 2,5% menos. En la convocatoria de movilidad  ha habido 33.101 beneficiarios frente a los 35.164 del curso anterior, esto es 2.063 estudiantes menos (-5,9%). La inversión realizada en esta convocatoria ha sido de 159,2 millones de euros.

Estos datos desde el ministerio se vinculan a la disminución de estudiantes universitarios que ya se produjo en el curso 2012-2013 (0,5% en grado y 4,1% en máster).

Una visión global de la universidad

En el curso 2012-2013, en las universidades españolas se matricularon 1.450.036 estudiantes de grado y 111.087 de máster. La tasa neta de escolarización universitaria entre 18 y 24 años continúa con su tendencia creciente y se sitúa en el 28,6% mientras que en el curso 2008-2009 era del 23,8%.

Para el curso 2013-2014, que arrancó con 82 universidades (de las cuales 80 imparten docencia) se prevé que los estudiantes de grado se sitúen en 1.438.115. Esto indicaría un ligero descenso del 0,8%. Todo indica que habrá un mayor porcentaje de descenso en las universidades privadas (-2,3%) que en las públicas (-0,6%). Estos datos están relacionados con la reducción de la población entre 18 y 24 años, que en el año 2014 disminuye un 3,2% respecto a 2013, y con la crisis económica.

Dejar la universidad o cambiar de carrera

La tasa de abandono en primer curso del total de estudiantes de grado es del 19% y la tasa de cambio también en primer curso es del 7,1%. En cambio, la tasa de abandono en el primer curso de los becarios es del 13,5% y la tasa de cambio del 7%. Esta tasa también se relaciona con la nota con la que acceden los estudiantes. Un 17,9% de los becarios que entran al sistema con una nota inferior al 5,5% lo abandonan en el primer curso, mientras que los que cambian de estudio son el 7,9%.

Los universitarios en el mercado laboral

Una de las principales novedades de este informe es el análisis, por primera vez, de los indicadores básicos de inserción laboral de los universitarios. Estos datos se han extraído de la muestra continua de vidas laborales. Así pues, se dispone de información de los estudiantes egresados en el curso 2006-2007 y su situación en términos de afiliación a la seguridad social en los años 2007 hasta el actual, así como la de egresados del curso 2010-2011.

Aquí las principales conclusiones:

La educación universitaria disminuye el riesgo de paro..La tasa de paro ha pasado del 8,3% en 2007 al 25% en 2012 para toda la población. Sin embargo, para la población con educación superior, no doctor, el crecimiento ha sido menos explosivo, del 5,4% en 2007 a 15,2% en 2012.

En cuanto a la afiliación a la Seguridad Social, las ramas de artes y humanidades y ciencias son las que presentan menores porcentajes de afiliación entre los recién titulados, por debajo de la media. Sin embargo, con el paso de los años -tres y cinco años después de la graduación- la rama de ciencias mejora significativamente hasta situarse por encima de la media. Por otro lado, los egresados de ciencias sociales y jurídicas, que alcanzan unas tasas de afiliación por encima de la media cuando son recién titulados empeoran su posición relativa con el paso del tiempo hasta situarse cinco años después por debajo de la media. En cuanto a los titulados en ciencias de la salud, su situación también mejora con el paso de los años.