Convierte tu hobby en tu fuente de ingresos

Son muchas las razones que pueden llevar a alguien a montar su propio negocio, pero de todas ellas una de las más gratificantes es convertir tu afición en una forma de vida.

Ese es el caso de Pedro Casado, un gran aficionado del cine y de los parques temáticos, que hace tres años decidió lanzarse a la aventura empresarial. “Me gustaba comprar productos relacionados con ambos temas y al ver que la oferta era bien pobre y que todas las tiendas tenían los mismos artículos, empecé a investigar dónde podría comprar cosas un poquito más espectaculares”.

Así, nace Acero y Magia, empresa dedicada a la importación y venta de artículos y replicas de cine, que además cuenta con su propia tienda en Internet: www.aceroymagia.com. Entre sus productos se encuentran figuras de resina y porcelana de Disney, Betty Boop, Warner; así como espadas y réplicas de películas como Star Wars, Kill Bill, Blade, Conan, Piratas del Caribe, entre un largo etcétera de artículos relacionados con el cine.

Pedro Casado, que estudió Empresariales en la Universidad Europea de Madrid, antes de crear su propio negocio fue responsable de Marketing en una empresa de telecomunicaciones y en otra de publicidad internacional. Su formación le ha ayudado a gestionar su propio negocio, ya que “una de las grandes ventajas de mi carrera es tocar un poquito de muchas materias y eso es bueno a la hora de buscar soluciones”. 

Sin horario
Si tuviéramos que buscar un denominador común en el día a día de un emprendedor, todos coincidirían en que ninguno es igual a otro, pero que le echan muchas más horas que cuando trabajas para otra empresa.  Ese es el caso de Pedro que se pasa el día delante del ordenador, buscando nuevos productos, diseñando las fichas de los nuevos artículos, así como hablando con clientes y proveedores de distintas partes del mundo. “Trabajo más de diez horas diarias y es normal que también dedique horas los fines de semana, pero como me encanta lo que hago se me pasa el tiempo volando”.

En este sentido, dice que hay mucha distancia entre todo lo que curra y lo que la gente piensa que hace. “La mayoría piensa que no le dedico mucho tiempo a la empresa, porque me ven desayunando, comiendo o cenando con clientes, cuando precisamente esos momentos me sirven para detectar nuevas necesidades o resolver incidencias. No se imaginan la cantidad de horas al día que le dedico al trabajo e incluso la cantidad de sábados o domingos que me he tirado y me tiro trabajando todas las horas que puedo”.