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Dobles Grados ¿Merecen la Pena?

Un estudiante recibe un doble grado
Paula YAQ
23/02/2024 - 11:31

Estudiar un doble grado está de moda para los estudiantes que quieran conseguir una ventaja en un mercado laboral complicado. Las universidades, viendo un filón de negocio, han ampliado su oferta y su marketing. Pero, ¿es una buena opción para ti?

Qué es un doble grado

La idea del doble grado es la siguiente: Estudiar cinco o seis años en vez de cuatro, y acabar la carrera con dos grados en vez de uno. Así de sencillo.

Un doble grado suele estar compuesto por dos títulos de la misma rama de conocimiento que tienen una serie asignaturas en común. Este solape entre las materias es lo que hace posible obtener dos grados oficiales sin requerir el doble de tiempo.

Normalmente las universidades que ofrecen dobles titulaciones ajustan los horarios y calendarios de las clases de ambas titulaciones con el objetivo de minimizar conflictos y evitar (en la medida posible) picos fuertes de trabajo. ¡Ojo! Algunas universidades lo hacen mejor que otras.

Lo más normal es que los estudiantes de grado y de doble grado coincidan en las mismas clases. Pero no siempre. A veces se crean para algunas asignaturas horarios específicos para los estudiantes de doble grado.

¿Hay un doble grado en tu futuro?

Ventajas de estudiar un doble grado

Son muchos los motivos para elegir un doble grado.

Aquí tienes los que se citan con mayor frecuencia:

  • Ayuda a diferenciarte en el mercado laboral: Encontrar trabajo no es precisamente un camino de rosas. Muchos jóvenes eligen estudiar un doble grado para diferenciarse, y sin duda es una forma de hacerlo (pero ni mucho menos la única forma). Las empresas saben que acabar un doble grado requiere dedicación, inteligencia, organización, orientación a objetivos… todas ellas características personales muy valoradas por las empresas.
  • Te abre más opciones laborales: En teoría, al tener conocimientos especializados sobre dos áreas distintas (aunque relacionadas) podrás optar a un rango más amplio de puestos. Aunque hay algo de verdad en eso, la gran mayoría de puestos ofrecidos a recién titulados no requieren ningún grado en particular.
  • Desarrolla tu capacidad crítica y creativa: Según un estudio publicado por Vanderbilt University, muchos estudiantes de dobles grados opinan “que su combinación de grados les ayuda a pensar de forma diferente, resolver puzles intelectuales y abarcar tareas de forma más creativa”, especialmente cuando los dos grados elegidos son muy diferentes.
  • Te permite perseguir dos pasiones: Si hay dos áreas de estudio que te atraen mucho, el doble grado es una opción para no tener que decidir entre ellos.

Descubrimiento de la nota de corte del doble grado ade + derecho

Consideraciones al decidir si estudiar un doble grado

Como con cualquier grado tradicional, a la hora de decidirte es importante investigar el doble grado que te interesa para ver si el plan de estudios tiene un enfoque que te guste, si los actuales alumnos están contentos, y para averiguar qué nivel de reconocimiento y prestigio tiene en el mercado de trabajo.

Además, los dobles grados presentan una serie de consideraciones específicas que debes mirar bien:  

  • Los estudios duran más: Un grado tradicional dura 4 años. Un doble grado dura entre 5 y 6 años. Es importante que te gusten ambas titulaciones del doble grado, porque si te aburres se te hará muy largo.
  • Requieren más esfuerzo. No solo estudiarás más años, sino estudiarás más cada año. En un grado normal estudias 60 créditos al año durante 4 años.  En un doble grado, un caso típico sería estudiar 72 créditos al año durante 5 años. Dicho de otra forma, si tus amigos en grados normales tienen 5 asignaturas por semestre, tu tendrás 6. Si no eres una persona organizada, ¡tendrás que aprender a serlo!
  • Las notas de corte tienden a ser altas:  Muchas de las notas de corte más altas de toda España son de dobles grados. En parte esto se debe a que estos estudios, al requerir mayor esfuerzo, tienden a atraer a los estudiantes con mejores notas. Pero, como en todo, hay excepciones.
  • Algunas universidades los organizan mejor que otras: Para implantar un doble grado, la universidad debe asegurar cómo mínimo que las asignaturas, tutorías, prácticas, etc. de uno y otro grado no tienen conflictos de agenda entre sí. Algunos dobles grados van más allá y coordinan también las fechas de exámenes y entregas de trabajos entre los dos grados para evitar picos de trabajo en la medida posible. Es un punto que vale la pena investigar.
  • El coste es mucho mayor: Además del coste en términos de tu tiempo y esfuerzo, los dobles grados tienen un alto coste económico. Primero, gastas más en matrícula, libros, etc. El coste total de la matrícula de una carrera varía principalmente en función de los créditos. Un grado tradicional requiere un total de 240 créditos. Un doble grado que requiere 350 créditos (por ejemplo) costará en general un 45% más para completarlo – solo en matrículas. Luego hay alojamiento, libros, etc. etc. Pero eso no es todo. Hay que sumar uno o dos años de salario que dejarás de ganar por tardar cinco o seis años en vez de cuatro en terminar la carrera.
  • No todos son oficiales: Mucha gente, cuando piensan en dobles grados, tienen la idea de obtener dos grados oficiales. Pero también hay muchas ofertas de dobles titulaciones que combinan un grado oficial con un título propio. También existen en el mercado ofertas de un grado oficial más un curso que no llega a ser un grado. Frases como “Grado más programa en” o “Grado más curso en” son indicativos de que lo que se ofrece no es un doble grado. Los títulos propios y los cursos no son necesariamente malos. Pero si lo que quieres son dos titulaciones oficiales, asegúrate de lo que realmente te están ofreciendo.
Los dobles grados duran y duran

Alternativas al doble grado

Es cierto que los dobles grados pueden ofrecerte una serie de ventajas pero, como hemos visto, también tienen sus inconvenientes.

Imagina que no puedes o no quieres asumir el tiempo y gasto adicional que requiere un doble grado, o que no te da la nota para entrar. ¿Qué alternativas tienes? Pues, ¡bastantes!

  • Trabajar: Un doble grado requiere muchas horas extra de estudio. Una opción alternativa sería dedicar esas horas a un trabajo a tiempo parcial. Es otra forma de desarrollar habilidades personales y conocimientos prácticos. Las empresas valoran muy positivamente cualquier experiencia laboral en un recién titulado. Y en vez de costarte dinero, mete dinero en tu bolsillo.
  • Estudiar por tu cuenta: No hace falta sacar un segundo grado para hacerte experto en un segundo campo de estudio. Puedes aprender por tu cuenta. Con la abundancia en Internet de contenidos, recursos, cursos gratuitos, los famosos MOOC, acerca de cualquier tema que puedes imaginar, ser autodidacta es más fácil que nunca. ¡Es algo que impresiona a cualquier empleador!
  • Aprender un idioma: Dominar una segunda o inclusa una tercera lengua te abrirá muchísimas puertas en el mundo laboral. Si no quieres viajar, o dispones de poco tiempo, existen cursos en-línea, como este que ofrece EF, que permiten aprender a distancia e incluyen clases de conversación con profesores nativos. Lo bueno de este tipo de curso es que puedes ver las lecciones cuando tu quieras, por lo que es fácil aprovechar cualquier hueco en tu día para avanzar.
  • Haz un “gap year”: En vez de dedicar un año más para sacar un segundo grado, podrías realizar un “gap year”. Según el American Gap Association, “Un gap year es un período de tiempo estructurado cuando un estudiante se toma una pausa de la educación formal para aumentar su autoconocimiento, retarse a hacer algo nuevo, e investigar posibles carreras profesionales. Típicamente estos objetivos se consiguen a través de una combinación de viajes, voluntariado, becas o trabajo.” 
  • Estudiar un máster: Sacar un grado tradicional seguido por un máster es otra manera de aprovechar cinco años de estudio. Puedes sacar un máster nada más terminar el grado o trabajar dos o tres años antes de hacerlo.

¿Merece la pena?

Por el esfuerzo, tiempo y coste adicional que supone, estudiar un doble grado no es una decisión que debe tomarse a la ligera. Si los dos grados te apasionan, o si tu trabajo ideal requiere conocimientos de ambos grados, puede ser una buena opción. Pero no siempre compensa.

Si no tienes un interés real en los dos campos de estudio, será complicado mantener la motivación necesaria para seguir adelante. Si no tienes una idea específica de cómo el doble grado te ayudará a conseguir tus objetivos profesionales, quizás hay mejor uso de tu tiempo y dinero.

Piénsalo así. Estás decidiendo entre dedicar un año adicional al estudio o dedicar ese mismo año al trabajo. ¿Cuál de las dos elecciones te dejará en mejor posición a final del año? Y si estás dispuesto a posponer un año tu entrada al mercado laboral para sacar un doble grado, ¿a qué otras cosas podrías dedicar ese mismo año? Aprender un idioma en el extranjero, viajar por el mundo, hacerte voluntario en una ONG…  hay muchas alternativas.

Y tú, ¿qué opinas?

Si has pensado alguna vez en estudiar un doble grado, o si ya estás en uno, comparte tus pensamientos y tu experiencia abajo en los comentarios. Puedes ayudar a otros estudiantes que están decidiendo ahora mismo.

Y si conoces a alguien que se está planteando un doble grado, comparte este artículo.

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