Cómo vivir de tu pasión creando un negocio único - Aldo Narejos & Canciona

 

 

Muchas veces miramos personas que han triunfado en la vida, y pensamos que deben haber seguido una línea recta hacia el éxito. Creemos que han tenido un golpe de suerte, o que alguien les desveló el camino maestro y ellos lo siguieron sin desviarse. Sin embargo, la realidad casi siempre es más compleja. 

La trayectoria de Aldo, como cantautor, compositor y empresario, nos muestra cómo casi siempre detrás de un éxito, hay algún que otro fracaso. Pero la ilusión, el esfuerzo y poner tu talento al servicio de la gente suele dar buenos frutos.

 

YAQ: Aldo, para los que no conocen Canciona, cuéntanos un poco sobre el negocio que has montado. ¿Qué es Canciona, y por qué te entusiasma tanto?

Creamos canciones hechas a medida para regalar y emocionar. Nos cuentas tu historia, qué quieres transmitir, a quién, qué estilo musical (sin límites)… y formamos un equipo de músicos especialistas para que esa canción se haga realidad. Somos 70 músicos y cubrimos todos los estilos musicales del planeta. 

¡Me entusiasma por muchas razones! Como cantautor siempre he podido expresar mis sentimientos mediante la música, pero quien no sabe componer… tiene que conformarse con buscar una canción con la que se sienta identificado. Canciones que “casi” hablan de la persona amada… Nosotros quitamos el casi. 

Otra cosa que me entusiasma es conectar tantos músicos con tantas personas. La industria musical de hoy en día está enfocada a hacer canciones para el gran público. Una canción (Despacito, por ejemplo) para 3.000 millones de personas. Eso genera lo que yo llamo la “pirámide de la visibilidad”, y todos aquellos músicos que, siendo geniales, se encuentran en la base de esta pirámide, no pueden permitirse vivir de la música. 

Al crear un modelo en que cada canción es para cada persona… Todas las personas del mundo pueden expresarse mediante la música y todos los compositores del mundo pueden tener trabajo, satisfaciendo necesidades reales de personas reales.

 

 

YAQ: Cuéntanos también un poco sobre los distintos tipos de clientes que tenéis. ¿Qué tipo de personas compran vuestros servicios, y qué esperan conseguir?

Nuestro principal cliente es una persona que ama… ¡sobre todo mujeres! Alguien que necesita dejar huella en el corazón de otra persona, sea ésta su hijo, padre, madre, un amigo, pareja… 

Tras dos años de actividad hemos realizado 1.400 canciones y los vínculos personales que reflejan son variadísimos. Una canción de un grupo de amigos a un amigo fallecido; un surtido de canciones de un CEO a sus empleados; una canción de un padre a su futuro hijo para que la escuche durante su gestación… infinitas posibilidades.

Entre personas que se quieren siempre hay historias y sentimientos. Y una canción es un vehículo maravilloso para hacerlos viajar. 

 

 

 

YAQ: ¿Crear Canciona es algo que estaba siempre en tus planes?

¡En absoluto!  Comencé a componer siendo niño y mi primera “canción personalizada” la hice para mi madre, con 13 años. Pero nunca pensé en crear una empresa. 

Hace dos años quise ofrecer un curso de composición de canciones y para convocar a mucha gente decidí hacer un vídeo en mi canal de Youtube demostrando mis habilidades. Me acerqué a una pareja al azar en un parque de Madrid y les pedí participar en un experimento musical. 

Consistía en “robarle” a su novio 15 minutos para preparar una sorpresa. En este tiempo le pregunté todo sobre ella y elaboré una canción. Cuando ella la escuchó lloró, besó a su novio apasionadamente… yo me quedé atónito.

Algo que es tan normal para mí hacer, puesto al servicio de otros ¡es increíblemente emocionante! 

Aún así no pensé en hacer negocio con eso. Fue cuando el vídeo se hizo viral y comenzaron a pedirme encargos cuando entré sin darme cuenta en el mundo de la creación de canciones hechas a medida. 

Más adelante, cuando no me era posible realizar tantos encargos… vino la idea de crear una empresa escalable que coordinara a decenas de músicos para crear cientos de canciones cada mes. Y aquí estamos, ¡emocionados y agradecidos a quienes han confiado en nosotros sus historias y sentimientos!

 

YAQ: Ya nos has contado lo que más te gusta de tu trabajo, pero ¿qué es lo que menos?

Lo más duro de mi trabajo es realizar tareas que se salen de mi perfil psicológico. Soy un creativo y las tareas de excel, administrativas… me sacan de quicio. Pero, poco a poco, he ido delegando y cada vez tengo que hacer menos cosas de este tipo. 

 

YAQ: ¿Cómo te formaste en el campo de la música y qué te llevó a estudiar Psicología?

Mi padre es pianista y mi madre terapeuta. La música la aprendí de forma autodidacta desde mi infancia, y así sigo hoy en día, ¡aprendiendo siempre! La psicología fue mi apuesta universitaria. Creo que en el fondo quería ser fiel a mi madre y mi padre. Se separaron cuando yo era niño, y puede que de forma inconsciente quisiera reunirlos siendo músico y psicólogo.

 

YAQ: Una vez que empezaste en la Universidad, ¿estabas contento con tus estudios?, ¿era lo que esperabas?

Cuando comencé a estudiar Psicología me entusiasmé con mis compañeros. He aprendido tanto con ellos que haber ido a la Universidad ha sido una de las mejores decisiones que he tomado. 

Pero la carrera en sí misma pronto me defraudó. 

Kilómetros de texto a memorizar. Escaso espacio para la reflexión y el análisis, teorías demasiado cuestionables y normas de aula que inhiben el cuestionamiento… 

Me di cuenta de que aprendía mucho más sobre el comportamiento humano en mis ratos libres con amigos y leyendo libros de mis autores favoritos (Chomsky en especial). Así que dejé de asistir y me limité a estudiar por mi cuenta. Y desde luego a nutrirme de experiencias humanas en la Universidad.

 

YAQ: Tras licenciarte en Psicología, la idea de Canciona no te vino inmediatamente. Pasaste momentos difíciles. Cuéntanos la historia los 34.000 € que invertiste en una app que casi te arruina...   

Precisamente, tengo publicado un canal de youtube un vídeo donde cuento mi historia antes de crear Canciona...

YAQ: ¡Es una historia increíble! Nunca hay que rendirse. Quién diría que sin ese fracaso igual Canciona nunca hubiera nacido. ¿Qué objetivos tienes ahora para tu empresa?

Estamos totalmente enfocados en enamorar al planeta entero. Dentro de unos años esperamos que sea habitual algo como, por ejemplo, que un chico en China encargue una canción para su novia, en la que intervengan un guitarrista flamenco desde Cádiz, un letrista chino desde USA, un ingeniero de sonido en Lima y un cantante de la región del chico para asegurarnos de que su novia entienda a la primera todo lo que él quiere transmitirle. Buscamos ser el referente internacional de las canciones hechas a medida. 

 

YAQ: Mirando hasta dónde has llegado, y el camino que has recorrido hasta aquí, si pudieras volver sobre tus pasos, ¿cambiarías algo respecto a tu formación o la gestión de tu carrera?

¡Esta pregunta es todo un dilema! Steve Jobs habló en su conferencia de Stanford de conectar los puntos: “it´s all about connecting dots”. Desde esta perspectiva todo lo que hacemos tiene un sentido cuando miramos hacia atrás. Nos ha llevado a lo que somos hoy. Y doy gracias a todo lo que ha pasado, no quisiera cambiarlo. 

Pero eso no me impide ver los errores… y sí, claro que cambiaría cosas si volviera a empezar. Lo primero que cambiaría es mi egocentrismo. Durante mi adolescencia y primera juventud todo lo que aprendía lo aplicaba para mi propio bienestar. Eso me ha hecho tardar en darme cuenta de que la ayuda a los demás es donde se encuentra la clave del éxito. Siempre que alguien te paga mucho por algo, es porque le estás solucionando algo. Si hubiese puesto antes mis dones al servicio de los demás… habría aprovechado mucho mejor el tiempo, me habría evitado algunas fases depresivas de mi vida y hoy, estoy seguro, sería rico. 

Lo segundo que cambiaría es el patrón mental con respecto al dinero. Yo antes era anticapitalista, muy activista… y pensaba que el dinero era el origen de los males del hombre. 

Hoy en día entiendo que el dinero es una herramienta sin maldad ni bondad. La maldad o la bondad es de quien lo usa, al igual que pasa con un cuchillo. Así que si quieres cambiar el mundo, cosa que siempre quise hacer, tendrás que pensar cómo se va a autofinanciar tu revolución… Haciendo las paces con el dinero se piensa de otro modo, dejas de juzgarte y puedes alinear tu talento con ayudar a los demás de una forma sostenible.

 

YAQ: Para ti, ¿cuáles son los factores más importantes a la hora de decidir qué y dónde estudiar?

Huiría despavorido del “estudio esto porque me gusta”. Antes de decidir qué quiero estudiar, pensaría qué quiero hacer en la vida. Y ya luego veremos cómo se llega a hacer eso. Quizás el estudio reglado no sea la mejor vía. Y para saber qué quiero hacer me haría 3 preguntas.

- ¿Qué me gusta hacer? ¡Cuidado! Que la respuesta venga de haber experimentado, ¡no de imaginar que me va a gustar! Por ejemplo, uno puede pensar que le gusta “hacer videojuegos”, pero no le gustan nada las matemáticas y disfruta más con las personas que con las máquinas. Si es así… no te engañes… ¡te gusta jugar a videojuegos, o inventar ideas de posibles videojuegos, pero no crearlos a nivel técnico! Este es mi caso, a mí me gusta crear, inventar, comunicar y la música, no “ser cantante”.

- ¿Qué se me da bien hacer? Si lo que te gusta se te da mal puedes aprender a hacerlo, pero seguramente gastes mucho más tiempo, energía y dinero que si eliges algo que, además de gustarte, se te dé bien. 

- ¿De qué modo lo que hago puede ayudar a otros? Y aquí la llave que diferencia que tengas un maravilloso hobbie (te gusta y se te da bien) o una forma de ganarte la vida.

YAQ: Una de las grandes dudas recurrentes que vemos en nuestro foro son variantes de la pregunta: ¿Pasión o salidas? ¿Tú que opinas? ¿Crees que siempre es posible vivir de tu pasión?

Depende, ¡claro! Quien busca seguridad porque su forma de realizarse en la vida es ajena al trabajo (por ejemplo, los amigos, la maternidad, los hobbies… que busque salidas. Quien busque realizarse con su ocupación, que elija el camino de la pasión. Tiene mucho que ver con el carácter de las personas. Y se puede ser super feliz de ambos modos, ¡no hay una respuesta correcta! Supongo que una pregunta que te puedes hacer es… ¿Por quién te cambiarías, por un emprendedor de éxito que trabaja 12h al día y asume grandes riesgos o por un funcionario que trabaja 6h al día y sabe que no le va faltar el trabajo?

Aunque si me fuerzas a elegir… diría que pasión y negocio propio, ya que los trabajos por cuenta ajena pueden acabarse, reducirse, externalizarse… y quedarte sin nada. La pirámide demográfica se está invirtiendo y las pensiones se acabarán. La edad de jubilación aumentará, millones de puestos de trabajo desaparecerán por outsourcing y máquinas… Si quieres tener una buena vejez, ten en cuenta que este panorama va a afectar a tu plan de vida. 

 

YAQ: ¿Qué le dirías a alguien que tiene una pasión, pero duda si perseguirla como forma de ganarse la vida?

Que la ponga cuanto antes al servicio de alguien. Aunque sea de un vecino y gratis. Ha de experimentar lo que es satisfacer necesidades reales de otros con su actividad. Una vez se cierre ese círculo y repita la experiencia se irán abriendo los caminos. 

 

YAQ: Tener claro tu pasión es sin duda una gran suerte. Pero hay muchísimos jóvenes (¡y mayores!) que aún no han descubierto algo que les emocione, algo a lo que dedicarse en alma y corazón. ¿Algún consejo para los que aún están buscando su pasión? 

Hace un mes hice un ejercicio con mi pareja, que está en esa misma situación. Observo que quienes buscan su pasión suelen barajar puestos de trabajo de otros. ¿Quiero ser enfermero? ¿Me gusta la informática? ¿Seré un buen comercial?... Y claro, responderse bien a estas preguntas es muy complicado porque cada ocupación incluye muchas “micro ocupaciones”. 

Así que sugiero recordar la infancia, la adolescencia… y preguntarse ¿qué cosas he hecho en mi vida que me he pasado horas haciendo con mucho gusto? Puede ser algo tan básico como “buscar equivalencias entre cosas”. 

Eso es lo que hacía que me encantara jugar a “Buscando a Wallie” y eso hace que hoy en día una de mis pasiones sea comparar cosas. ¡Quizás el CEO de un comparador de seguros tuviese esa pasión! Desde luego se alinea bien. ¿Ves por dónde voy? 

Si me pregunto ¿mi pasión son los seguros? La respuesta seguro que es no. Pero… si me pregunto ¿me gusta comparar cosas para buscar la mejor opción? ¿Me tiro horas comparando en amazon? Entonces puede que, si la respuesta es sí, acabe montando un comparador de seguros, o de lo que sea. 

Otra pregunta importante a la hora de revisar nuestro pasado: ¿Qué he hecho que sirva a otros? En el ejemplo del comparador, podría ser darse cuenta de que durante la vida, a uno siempre le han preguntado “¿Qué ordenador me compro, Juan? ¿A qué sitio llevo a mi pareja a cenar?” Si descubres que tus amigos siempre han recurrido a ti para cosas así, ahí tienes algo. 

Y fíjate qué curioso… si hubieras preguntado a tus amigos “oye, en qué te he sido yo de ayuda” seguramente ni caigan en decirte esto. Pregúntatelo, pregúntaselo… ¡pero sobre todo ahonda! La pregunta completa sería “¿Qué cosas he hecho en mi vida que me encanta hacer, que se me han dado bien y que han ayudado a otras personas?”.