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Metas para el nuevo curso

Estudiantes
Paula YAQ
17/02/2014 - 12:41

Ahora que acaba de arrancar el nuevo curso es el momento de decidir qué objetivos quieres conseguir. Coge un bolígrafo y una hoja de papel, y anota las cosas que quieres conseguir.

Si en este nuevo curso te gustaría hacer teatro, practicar deporte cada día, conseguir un trabajo puntual para ganar un dinero para algún capricho, escribir una canción o viajar a un sitio que siempre has soñado, anótalo.

¿Por qué escribir los objetivos?

Plasmarlos sobre papel nos ayuda a ordenar y aclarar nuestros pensamientos. Además, es muy normal pensar que quieres algo, y luego, al escribirlo, descubrir que no lo tienes tan claro como parecía.

También ayuda a que se haga realidad. Cuando escribimos un objetivo, se nos hace casi tangible pues toda nuestra mente trabaja para hacerlo realidad. Además, es la mejor forma de tener nuestros objetivos siempre a la vista, sin necesidad de tener que confiarlos a nuestra memoria.

Esta es la primera parte del trabajo antes de decidir cómo planificarte. ¡Fácil!, pero muy importante. Si uno no sabe dónde quiere llegar, lo más probable es que acabe perdido.

Cómo deben ser tus objetivos

Tus objetivos tienen que motivarte. Si has puesto algo en tu lista que no te resulta motivador, seguramente tires la toalla a mitad del camino o incluso antes de empezar.

Si tienes metas inspiradoras, en los momentos de bajón, cuando debas trabajar o estudiar y sientas la tentación de dejarlo para otro día, el deseo de conseguir tu propósito te debe dar la fuerza de hacer lo que tienes que hacer en cada momento.

Visualiza tus metas

Nuestra propia actitud mental es una de las principales razones que nos impiden conseguir nuestros objetivos.

Un ejercicio muy práctico para creer que puedes conseguir tus metas y acercarte a ellas, es realizar visualizaciones donde te ves a ti mismo feliz por ya haberlas conseguido. Una visualización es algo tan sencillo como Imaginar claramente lo que quieres conseguir y soñar con que ya lo has conseguido. Intenta que la imagen te resulte lo más creíble posible. Si durante la recreación mental, no te lo crees o tienes dudas, difícilmente lo conseguirás. Es fundamental que la visualización te resulte totalmente real y creíble.

Para realizar este ejercicio, busca un lugar tranquilo (tu dormitorio, por ejemplo) y dedica unos minutos antes a relajarte. Deja la mente en blanco durante unos instantes y luego piensa en una de las metas que te propones e imagina que ya es realidad. ¿Cómo te sientes? ¿Eres feliz? ¿Qué dicen tus amigos y familia? ¿Y tú?

Muchas personas de éxito consideran que quizás esta es la técnica más eficaz que uno puede utilizar para conseguir lo que uno quiere en la vida. No tienes nada que perder por intentarlo.

Cómo escribir tus objetivos

La forma en que decimos las cosas a nuestra mente es muy importante. Por eso y para asegurarnos de que los objetivos que te has propuesto te van a dar la fuerza que necesitas para conseguirlos, conviene pasarlos por el filtro CAMP.  Ya hemos hablado en detalle sobre este sistema en otro número de Y Ahora Qué.  Pero te recordamos lo básico.

Tus objetivos tienen que ser:

  • Concretos
  • Alcanzables
  • Medibles
  • Plazos

Concretos: Un objetivo tiene que ser concreto y tan claro que no tengas ninguna duda de si lo has conseguido o no. Conseguir un nueve en inglés es un objetivo concreto, mientras que aprender inglés no es un objetivo concreto.

Alcanzables: Tus objetivos deben suponer un reto para que te motiven, pero no deben ser imposibles de conseguir. Un objetivo demasiado fácil o imposible no te motivará. Alcanzable también quiere decir que lo puedas conseguir con tu propio esfuerzo, o sea que dependa de ti. Un objetivo como “ganaré la lotería” en ese sentido no es alcanzable, porque no depende de ti ganar o perder.

Medibles: Es importante que tu objetivo sea tal que te permita controlar tu progreso. Para que sea medible no tiene que ser numérico. También es posible medir tu progreso hacia objetivos no numéricos si lo puedes dividir en una serie de pasos. Por ejemplo, si el objetivo es ser cinturón negro en un año y medio, puedes medir tu progreso por los cinturones de diferentes colores que vas adquiriendo. Cuando puedes medir y ver el avance que estás haciendo, te da mucho ánimo para seguir empujando hacia la meta final.

Plazos: Debes poner una fecha límite a cada objetivo que te planteas. Sin fecha, es demasiado fácil ir dejando el objetivo para otro momento que nunca llega. Poner una fecha concentra la mente y ayuda a motivarte. Debes hacer un plan indicando qué debes hacer cada día. Para ello, es importante utilizar una agenda, tener una planificación anual o para el curso, donde plasmamos los hitos más importantes. Deja también tiempo para imprevistos pues, como ya habrás comprobado mil veces, siempre surgen.

Ahora que ya sabes cómo deben ser tus objetivos, escríbelos de tal manera que sean concretos, alcanzables, medibles y con plazos que te permitan conseguirlos.

La importancia de una buena planificación

Si no anotamos cuándo vamos a hacer cada cosa lo más probable es que no lo consigamos. Además, objetivos que parecen muy difícil de conseguir, como hacer un trabajo de 50 páginas, puede ser muy sencillo si lo dividimos en pequeños pasos, como por ejemplo escribir 5 páginas cada día, durante 10 días.

Con un plan que divida un gran objetivo en pequeños pasos, cumplir cada compromiso será un pequeño éxito que también te irá motivando para continuar.

Si bien una planificación anual te da una visión de los hitos más importantes del curso y de los principales objetivos, es importante realizar una planificación del día a día. Con tu lista de grandes objetivos, marca una serie de hitos en tu calendario anual y luego escribe qué vas a hacer cada día para acercarte a ellos.

Crea una rutina

A la hora de decidir cómo organizarte el día, ten presente cuáles son para ti los mejores momentos para hacer cada cosa. Si te concentras mejor a primera hora de la tarde, dedica ese tiempo al estudio. Si después de una hora de estudio pierdes la concentración, incluye minidescansos, y así con cada tarea que vayas a realizar. Busca tu mejor momento y conviértelo en un hábito.

Cuatro herramientas simples y eficaces para no perder de vista tus objetivos (puedes descargar los documentos en pdf)

  • Un calendario escolar es una estupenda forma de mantener tus metas a la vista.
  • Escribe tu lista de objetivos para este nuevo curso/año. También, tienes que poner cómo te vas a premiar por conseguirlos. A veces, puede pasar que conseguir un objetivo sea un premio en sí mismo.
  • Haz una lista con las tareas que tienes que realizar cada día y busca el mejor momento para hacerlo. Apunta qué tiempo le vas asignar.
  • Prepara un plan semanal, así tendrás una visión global de todo lo que tienes que hacer durante una semana. Un plan semanal te ayudará a controlar tus avances.

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marccos20
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